Tras los muchos ataques verbales, mofas y vaciles en mi negocio, por parte de simpatizantes del Pontevedra e incluso de clientes en general, me siento con el compromiso obligatorio de ayudar, en lo que fuese menester, para la salvación de nuestro querido Racing.
Como exjugador, capitán y miembro de la familia racinguista, me apena su actual situación y más en este preciso momento de transitoriedad en el relevo del consejo de administración, cuando más tranquilidad y estabilidad se necesita para establecer unas bases sólidas de un proyecto ambicioso y necesario para el Racing.
En nuestro grupo de WhatsApp (Mario, Casteleiro, Lasa, Pazolo, Luis Alberto…… 25 aniversario del ascenso del Racing) llevamos un tiempo en contacto, añorando momentos inolvidables de nuestra vida personal y profesional en el Racing. En la cual, de una manera u otra, nos aporta vitalidad, amistad, unión y lo más importante, nos sirve de válvula de escape y alegría para llevar mejor nuestra realidad actual.
Por todo esto y en nombre de mis compañeros exfutbolistas del Racing, desearía transmitir a todos los componentes actuales de la familia racinguista, unión en estos momentos tan decisivos para el futuro y la historia de nuestro querido club.
A la plantilla, nuestra solidaridad y apoyo incondicional. Debéis ser conscientes de vuestra responsabilidad y sabedores de que si formáis parte de este grupo de jugadores, es porque tenéis la calidad suficiente para defender esta camiseta.
Nosotros sabemos de sobra lo que estáis padeciendo como profesionales y personas (no nos olvidamos que tras dejar las botas y salir a la calle, como personas se sufre más si acaso). Personalmente, toda mi fuerza para dos cracs como futbolistas y como personas. Joselu y Armental representan todo aquello que me gusta del fútbol y de la vida, en la cual en algún momento me cruce en sus caminos.
A Fran y Ricardo, tener paciencia y comprensión con sus decisiones. Fran sobradamente demostró sus conocimientos y con pedigrí racinguista. Ricardo como pasajero autónomo de momento, pero con experiencia y liderazgo, tan necesarios ahora. Estamos en buenas manos.
Al resto de familia racinguista, aficionados, socios, exjugadores, medios de comunicación, representantes sociales, habitantes de Ferrolterra… no es momento de juicios, reproches, tristeza, indiferencia o resignación. Ahora es tiempo de unión, apoyo, ánimo, de ayuda a nuestros jugadores hasta el final. Solo así, sin renunciar a competir con todo lo que podamos para lograr el objetivo de la permanencia en Segunda B. Estamos a tiempo y por eso os pido a todos, jugadores, técnicos y familia racinguista el compromiso obligatorio de intentarlo.
Un racinguista para siempre.