Vecinos de San Xoán denuncian el avance imparable de la maleza en fincas como la situada junto a la iglesia, donde el verde ya invade los patios traseros de varias casas
01 oct 2017 . Actualizado a las 05:00 h.«Esto antes era precioso. La finca era de un general de la Marina y los jardines estaban tan bien cuidados que hasta las parejas de novios venían aquí para hacerse las fotos de la boda». En la memoria de María Díaz Hermida todavía permanece intacta la idílica imagen que ofrecía hace años la finca situada justo enfrente de la iglesia de San Juan. El patio trasero de su casa da a esa parcela, pero lo que hoy ven sus ojos no tiene nada que ver con aquel recuerdo. «Ahora esto parece una selva y está todo lleno de bicherío. Ratas sí que las he visto, pero además por la noche oigo ruido de otros animales y los siento rascarse contra los árboles. Me da tanto miedo que ya no salgo al patio cuando anochece, no vaya a ser que me los encuentre», cuenta María.
Su relato lo confirma palabra por palabra el presidente de la Asociación de Vecinos de San Xoán-O Bertón, Andrés Medín, quien precisa que los roedores de la finca «no son ratas, son cocodrilos» y asegura que los animales de los que habla María bien podrían tratarse de jabalíes o zorros, como demuestran las fotografías tomadas por algunos vecinos.
Medín explica que la finca está ahora en manos de la inmobiliaria del BBVA. «Hace un mes y medio me reuní con el director de la sucursal de O Inferniño para pedirle que desbrozasen la zona; me dijo que se iba a solucionar, pero de momento no han hecho nada», se lamenta. Y aunque es consciente de que se trata de una finca privada, critica que el Concello no haya movido ficha para cambiar la situación, sobre todo cuando se trata de un problema que afecta a otras muchas parcelas del barrio, como, por ejemplo, la finca de Magallanes, por la que cruza el atajo que utilizan los vecinos de San Xoán para ir a la zona de Alcampo. «Allí también llevan ya tiempo sin desbrozar, está todo abandonado y la gente ya no utiliza el atajo porque este verano aparecieron víboras», advierte.
Río Inxerto
También denuncia Medín la invasión de la maleza en el río Inxerto -cuya limpieza es competencia de Augas de Galicia- y la «selva» que crece a sus anchas en las parcelas de O Bertón. Algunas de estas fincas son municipales, otras privadas y también las hay de titularidad autonómica, pero independientemente de quienes sean, el presidente demanda una actuación «urgente» por parte del Ayuntamiento. «El Concello tiene que obligar a los propietarios a mantener las parcelas en buen estado y, si no lo hacen, que haga el desbroce y les pase luego la factura, pero esto no puede seguir así, porque damos una imagen tercermundista. De ratas estamos bien servidos... ¡La pena es que no sean comestibles!», dice indignado y con mucha ironía Medín.
En su opinión, el barrio sufre un estado de «abandono» que no se merecen sus más de nueve mil habitantes y, según advierte, ese deterioro no solo se evidencia en el avance de la maleza, sino también en la falta de mantenimiento de sus calles, aceras y parques infantiles. Respecto a estos últimos, cuatro en total, denuncia que dos se encuentran inoperativos. «El de O Bertón lo precintaron porque levantaron el pavimento y el que está al lado del local social ya nadie lo usa, porque es ilegal y los fines de semana se llena de cristales y jeringuillas».