Win Groenendijk, presidente de la Gas LNG Europe (GLE), incide en la capacidad de Reganosa para el suministro a pequeña escala y para acceder a un mercado sin límites
06 oct 2016 . Actualizado a las 05:00 h.Es un apasionado del negocio de suministro de gas para el transporte marítimo, un mercado en el que Galicia avanza a través de varios frentes y foros de trabajo, con el impulso, entre otros, de la planta de Reganosa, de la Xunta y de los puertos. Win Groenendijk, presidente de la Gas LNG Europe (GLE) -que se reunió ayer en las instalaciones de la regasificadora mugardesa- dirige además una terminal, la de Rotterdam, que se posiciona entre los primeros puestos del sector en este mercado.
-El uso del gas natural como combustible marítimo está impulsando una transformación de las plantas de gas como centros logísticos. ¿Qué papel cree que están llamadas a desempeñar?
-Ya se está usando el GNL para el suministro marítimo, lo que contribuirá a tener un impacto muy positivo y enormes beneficios ambientales por la reducción de emisiones de partículas, de azufre y óxido de nitrógeno. Creo muchísimo en el gas para la propulsión marítima y veo tres direcciones: la transformación de las plantas en centros de distribución de GNL, la conversión de los buques al nivel de sus medios de propulsión y la construcción de buques nuevos que ya incorporen esta tecnología.
-¿Todas las plantas europeas están alineadas en este objetivo o hay diferentes niveles?
-No conozco ninguna planta que no esté en esta tendencia pero el grado de avance no es el mismo en todas las terminales.
-La regasificadora que dirige en Rotterdam está liderando este mercado. ¿Cuáles son los pasos que está dando?
-La terminal de Gate estaba dotada de infraestructuras a gran escala y se dotó de unas instalaciones dedicadas al negocio de distribución del GNL a pequeña escala con destino mayoritario para la propulsión de los buques. Hay que destacar el papel pionero de Shell en esta cadena logística, que fue el primer cliente. Para nosotros ya es una realidad. Y cuando una empresa de la envergadura de Shell se implica así en este negocio, dice mucho de su futuro.
-¿Cree que es una rueda que no se puede parar, con plantas que ya están preparadas y armadores que precisan de más puntos de suministro en el mundo?
-Esto lleva su tiempo. Se necesita generar confianza, necesita que el que promueve las infraestructuras tenga la seguridad de que se van a usar y los que tienen los barcos, saber que van a disponer del combustible. Pero ahora mismo las buenas noticias se van produciendo, como el acuerdo firmado por Shell con una operadora de cruceros para hacer un suministro global a partir del 2019. Estos acuerdos que suponen apoyarse sobre una red, están teniendo lugar, pero no quita que en otros sitios sea más lento.
-Galicia aspira a posicionarse en este segmento. ¿Qué aconseja a Reganosa en este camino?
-Reganosa ha demostrado su capacidad para el negocio de pequeña escala, con el suministro de cisternas. Una terminal como esta tiene que percibir la profunda ventaja del GNL. Si tú tienes un suministro por gasoducto, eso no lo puedes mover, mientras que con una terminal tienes acceso al mercado mundial, no hay límite, salvo el económico, en términos de suministro. Tenemos un mercado totalmente abierto y nadie te puede quitar fuerza.
-¿Tienen las plantas europepas de gas futuro sin entrar en este negocio de suministro para el transporte marítimo?
-Es un mercado importante, complementario, con una cuota que irá creciendo en el futuro pero que no quita en absoluto el otro papel de las terminales, que es vital de cara al buen funcionamiento del mercado de gas para garantizar la seguridad del suministro. Este papel, por sí solo, justifica la existencia de las terminales de gas.