A Compostela, contra el sol

Ramón Loureiro Calvo
ramón Loureiro FERROL / LA VOZ

FERROL

Peregrinos en el Camino Inglés a Compostela, a su paso por el Muíño das Aceñas, en el término municipal de Narón.
Peregrinos en el Camino Inglés a Compostela, a su paso por el Muíño das Aceñas, en el término municipal de Narón. josé pardo< / span>

La Xunta delimitará el Camino Inglés, el que une Ferrol y Santiago

08 dic 2012 . Actualizado a las 11:55 h.

La Consellería de Cultura, que finalizó el mes pasado la delimitación del Camino Francés a Compostela -y que delimita ahora el llamado Camino Primitivo-, se dispone ya a acometer la ordenación del Camino Inglés a Santiago. La delimitación, por tanto, de una ruta que no se parece a ninguna otra de las que conducen a Compostela, porque avanza, como a nadie se le escapa, en sentido contrario al sol; y que en algún tramo se cruza con el otro gran camino de peregrinación gallego, que es el que conduce a San Andrés de Teixido.

El Camino Inglés comienza a orillas del Atlántico, en lo que hoy es Ferrol. Empieza, por tanto, en las tierras que entre los siglos V y VI vieron llegar a las costas gallegas los navegantes cristianos bretones que traían consigo a los legendarios obispos errantes, como Mailoc. Desde allí, avanza «cara ao Nacente».

Los Andrade, los Esquío...

Tras dejar atrás Ferrol, ciudad especialmente vinculada a la Ilustración gallega, el Camino Inglés discurre hacia la capital de Galicia a través de municipios como Narón, Neda, Fene, Cabanas y Pontedeume. Lugares, todos ellos, que guardan muy viva la memoria de los Andrade -y también de los Esquío, linaje al que pertenecía el gran poeta medieval que se preguntaba, cuando el corazón le dolía en medio de la noche, Qué me queres, amor-, y en los que no faltan desde antiguos hospitales de peregrinos, como el que muestra Neda con orgullo, hasta fortalezas medievales como el Torreón de Pontedeume, último vestigio del palacio en el que pernoctó, nada más poner pie en tierras españolas, Mariana de Neoburgo, la que había de ser esposa del rey Carlos II el Hechizado. Y pasa muy cerca, este camino, por citar otro ejemplo más, de la llamada Casa Grande de Riobóo, desde la que el naturalista López Seoane, tan venerado por Cunqueiro, que solía citarlo al hablar de los hábitos del lobo, se carteaba, entre otros, con Darwin.

«Raro é o día -decía anoche Daniel, un vecino de Fene que vive a orillas del Camino Inglés- no que non pasa xente cara a Santiago. Pero os peregrinos vense sobre todo na primavera e no verán, cando chega o bo tempo. Polo que eles contan, cando paran en calquera local para tomaren algo ou para compraren as cousas que levan, elixen este camiño porque é o máis doado de andar, e porque é o que facían -añade- os que chegaban por mar a Galicia».