Un experimento en As Forcadas permite controlar una toxina que afecta al agua

Antía Urgorri Serantes
ANTÍA URGORRI FERROL / LA VOZ

FERROL

Augas de Galicia empleará esta técnica en el embalse de Caldas de Reis

27 jun 2011 . Actualizado a las 06:00 h.

El embalse de As Forcadas, en Valdoviño, que suministra de agua potable a Ferrol y sus municipios limítrofes, ha sido la pipeta en la que biólogos de la Universidade de Santiago de Compostela han desarrollado un experimento para controlar las poblaciones de una bacteria que libera una toxina, que aunque no afecta a la salubridad del agua, sí está perjudicando a la fauna.

Después de casi un año de trabajo experimental, en virtud de un convenio con Augas de Galicia, desde marzo del 2010 hasta hace un par de semanas, el resultado ha sido un éxito. Así lo confirma Fernando Cobo, director del proyecto y de la Estación de Hidrobioloxía de Encoro do Con, de la USC: «Conseguimos inhibir el crecimiento de estas cianobacterias de manera significativa desde el punto de vista estadístico».

Lo novedoso del experimento recae en que emplea una tecnología ambientalmente «blanda», alternativa a los tratamientos con productos químicos. ¿En qué consiste? En colocar paja de cebada y corteza y viruta de eucalipto en unos tubos que llegan al fondo del embalse. La materia se va descomponiendo en el agua, sin afectar al sabor del líquido elemento, y sirve de nutriente para los microorganismos que conviven con la bacteria, que crecen y acaban desplazando a esta.

Explosiones

Fernando Cobo explica que estas cianobacterias son las responsables de las «cada vez más frecuentes explosiones de fitoplancton que se están produciendo en todo el mundo desarrollando como consecuencia la contaminación de las aguas. Pueden producir toxinas que hacen al agua no potable y comprometen además la depuración dificultándola tecnológicamente y encareciendo el proceso».

Por eso, Augas de Galicia firmó un convenio con la Estación de Encoro do Con, para conocer las posibilidades de éxito de esta técnica, que ya fue empleada en Inglaterra. Vistos los resultados, ahora el organismo autonómico aprovechará las posibilidades de la cebada para controlar la reproducción de la cianobacteria en el embalse de Caldas de Reis.

Además, las conclusiones del proyecto experimental han sido presentadas en el segundo Simposium Internacional sobre el manejo ambiental de lagos y embalses de la Asociación Internacional del Agua (IWA) celebrado en Granada del 13 al 17 de junio.

Sin embargo, el director de la estación de Encoro do Con deja claro que se trata de un tratamiento preventivo «porque una vez que la explosión de cianobacterias se ha producido, no se detiene su crecimiento».

Hace unas dos semanas el equipo de biólogos de la USC se desplazaron a Valdoviño para recoger los doce flotadores gigantes que sustentaban desde la superficie unos cilindros de plástico que llegan al fondo del embalse. Estos artilugios se llaman limnocorrales.

Se instalaron dos vacíos, dos con paja de cebada en distintas cantidades, y dos con corteza y virutas de eucalipto. Además, se colocaron sensores que medían la temperatura e iluminación, y al final de cada mes los expertos tomaban cuatro muestras de agua a distintas profundidades.

Es una bacteria acuática poseedora de pigmentos fotosintéticos y que libera oxígeno como subproducto de su metabolismo.

Es un microorganismo que vive en el fitoplancton.