Dueños de montes urgen a la nueva Xunta a retirar la madera del «Klaus»

Francisco Varela

FERROL

Demandan ayudas públicas para el pino caído ante la saturación del mercado por los excedentes de Francia

28 abr 2009 . Actualizado a las 12:03 h.

Los propietarios de montes han vuelto a llamar la atención de la Xunta para que se retire de los bosques cuando antes la madera tirada por el ciclón Klaus (23 de enero). La directiva de la federación Promagal, que agrupa a miles de dueños forestales de todo el norte de Galicia, celebró asamblea el pasado sábado en la Casa de Cultura de O Vicedo durante la cual se insistió nuevamente. La presidenta Teresa Rañal ha pedido una reunión con el nuevo director xeral de Montes, el ferrolano Tomás Fernández Couto, al que solicitan también la inmediata convocatoria de la Mesa da Madeira para abordar la situación. Con la anterior Xunta, la Mesa había aprobado un plan con ayudas para proceder a la tala y retirada del monte del millón de toneladas afectadas por el ciclón. Se establecían subvenciones para los propietarios y se fijaba la construcción de parques de almacenamiento, por comarcas, donde permanecerían los troncos quitados del monte a la espera de su comercialización.

Pero durante la asamblea del sábado en O Vicedo quedó claro que los trámites para presentar las solucitudes ante las oficinas de cada distrito forestal, que en Ferrol se encuentran en el edificio administrativo de la Xunta en la plaza de España, son un poco complicados.

Además, existen otros problemas en el caso del pino. Francisco Dans, ingeniero de montes y director de la Asociación Forestal de Galicia (AFG), explicó en Radio Voz Ferrol (105.4 FM) que los mercados están completamente saturados. Hasta el punto de que considera que el Klaus vino a producirse en el momento peor de los últimos 30 años.

Mahor gravedad en el pino

Los stocks en las fábricas de tablero o en los aserraderos, ya antes del ciclón, eran enormes. Para empeorar las cosas entrarán en el mercado en los próximos meses 40 millones de toneladas de los inmensos pinares dañados por el mismo Klaus en la Aquitania francesa. El caso del pino, añadió, es donde se deben tomar las medidas cuanto antes porque el árbol tirado coge pronto el mal azul, un hongo que entinta la madera y la hace poco atrativa para el mercado. La alternativa, explicó, es incentivar las cortas con ayudas a los aserraderos para que se proceda, cuanto antes, a serrar los troncos y almacenar la tabla en las condiciones adecuadas para preservarla hasta que el mercado la demande. Es lo que se está haciendo ya en Francia, donde se comenzaron las talas con el auxilio de la Administración.

Ahora que se acerca el verano, el peligro de incendios se multiplica si no se retira la madera tirada. No obstante, Francisco Dans ha explicado también que las comarcas de Ferrol y A Mariña se encuentran en mejores condiciones que la parte sur de Galicia, porque el clima es más húmedo y los propietarios invierten más en sus montes.