Análisis | La renovación en el PPdeG La llegada de Núñez Feijoo a la presidencia de los populares gallegos supone una nueva victoria en el cuaderno de batallas del alcalde de Ferrol
16 ene 2006 . Actualizado a las 06:00 h.?a jornada del domingo supuso un día histórico para el PPdeG. Alberto Núñez Feijoo salía triunfador y tomaba el relevo de Manuel Fraga en la presidencia de los populares gallegos. Y triunfador ha salido también, de nuevo, el alcalde de la ciudad, Juan Juncal, que suma y sigue en su ya cada vez menos sorpresiva trayectoria ascendente dentro de la organización. Desde el minuto uno, el ferrolano respaldó a Núñez Feijoo en la carrera sucesoria y, así, se ha hecho con un lugar privilegiado dentro del partido, posición que ya comenzó a fraguar en diciembre del 2004, cuando accedió a la presidencia provincial del PP en A Coruña con un amplio respaldo: más del 81% de los votos. Y para muestras, botones. Además de una conexión directa con el nuevo líder de los conservadores gallegos Juncal dispone en el núcleo duro de la organización de un par de sus colaboradores más estrechos: Carlos Negreira y Diego Calvo. Dos de los cinco vicesecretarios del PPdeG. «Yo siempre he apostado por Feijoo para la sucesión de Manuel Fraga porque creo que es la persona que mejor encarna el liderazgo que ahora necesita el partido y, por lo tanto, estoy muy satisfecho». Así lo señalaba ayer el regidor ferrolano, un político que ha pasado de no contar con el respaldo de la línea oficial de los populares gallegos a formar parte de ella. Cúmulo de sorpresas Y es que Juan Juncal hace ya más de un lustro que se ha demostrado como un fajador. Un ganador contra pronóstico que, sin prisa pero sin pausa, se ha abierto camino dentro de un partido que, inicialmente, no se lo quiso poner fácil. La primera de las grandes victorias en su particular cuaderno de batallas la obtuvo en verano del 2000, cuando empezó con una cadena de mayúsculas sorpresas al lograr la presidencia del PP ferrolano tumbando a sólidos contrincantes con muchas más bendiciones que él. El segundo asalto y el tercero fueron la de mano. En octubre del 2002 Manuel Fraga se desplazaba a la urbe para presentar oficialmente a Juncal como candidato a la alcaldía de la ciudad. Una nueva muesca en su revólver político con la que, otra vez, pocos contaban. Más o menos los mismos que consideraban reales sus opciones ostentar el bastón de mano. Pero lo cogió poco después, en junio del 2003. Y con él continúa. Con siete concejales y con el apoyo de los ediles independientes de Juan Fernández. Y la guinda la puso hace poco más de un año cuando accedió a la presidencia del PP de A Coruña salvando los mismos escollos de siempre: el respaldo inicial de Manuel Fraga había recaído sobre Jesús Almuíña. El de Ferrol contaba con el de José Manuel Romay y, a mayores, con un incansable trabajo que, según fuentes directas de su entorno, le llevó «puerta por puerta, ayuntamiento por ayuntamiento». Nuevo premio a la tenacidad y a la creencia en las propias posibilidades. Dos de las principales virtudes que subrayan los más próximos a Juan Juncal, que cada vez son más, frente a la falta de carisma y liderazgo que le achacan sus detractores, que cada vez son menos. ¿Y el futuro? Será Feijoo el que marque las grandes líneas maestras de un partido en el que, ahora, un Juncal que cotiza al alza participará todavía más en estrategias y grandes decisiones.