DOCUMENTACIÓN | Tres frenazos administrativos desde el 2002

La Voz

FERROL

ÁLVARO BALLESTEROS

13 nov 2004 . Actualizado a las 06:00 h.

El polígono empresarial de San Pedro de Leixa comenzó a gestarse hace casi un lustro. Entonces era sólo una propuesta verbal pero las necesidades y la demanda de los empresarios hicieron el resto. Ferrol estaba sin suelo industrial desde hacía años y era una imperiosa necesidad en la que coincidían el entonces gobierno local BNG-PSOE y los grupos de la oposición. Tras meses de negociaciones con Xestur -el organismo de la Xunta que se encarga de ver la viabilidad de los parques industriales-, a finales de noviembre del 2002 el Concello logró el acuerdo final, que fue ratificado en pleno. Pero entonces sucedió el primer contratiempo: relevo en Política Territorial. El Prestige se llevaba por delante al conselleiro Xosé Cuíña, que dejaba entre sus deberes pendientes la firma final para poder ejecutar el parque. Desde la destitución del delfín hasta la firma definitiva pasaron dos meses que se interpretaron como un freno intencionado para esperar a las elecciones municipales (mayo del 2003). El 6 de marzo del 2003, cinco meses después de la aprobación del Concello, se rubricaba en Santiago el convenio con el nuevo titular, Alberto Núñez Feijoo. Ese día, el flamante nuevo titular de Política Territorial aseguraba tajante que a finales del 2005 las empresas ya podrían instalarse en Leixa tras prometer una inversión de 21 millones de euros para la primera fase del parque. Esa primera fecha ha quedado ya en un imposible. Los inicios Solventado el primer obstáculo comenzó la tramitación. Avanzó el 2003, hubo relevo en el gobierno local, pero el polígono -respaldado por todos los partidos- siguió su particular fase de redacción, inicio de la de expropiación... Tras la catástrofe del Prestige , el parque fue incluido dentro de los del Plan Galicia de la Xunta, por lo que, teóricamente, su tramitación iba a ser más rauda. «En Ferrol ya no faltará suelo industrial», dijo ufano el conselleiro en una entrevista a La Voz en junio de este 2004. En esa misma charla, Núñez Feijoo manifestaba su idea de que las obras se iniciaran en el primer trimestre del 2005. Otro imposible ahora. El segundo encontronazo administrativo llegó en julio. Entonces se supo que Patrimonio había paralizado la tramitación del parque a la espera de que se catalogase un castro allí hallado. Y en suspenso mantuvo el polígono hasta que en octubre levantó las restricciones obligando a que se creara un nuevo plan que salvara esos restos. Ahora Leixa se enfrenta la tercera china en el camino, la propia redacción de ese plan sectorial, que la Xunta no puede acometer al desconocer cómo enlazará con la carretera al puerto. Y Ferrol, sin suelo empresarial.