Interculturalidad en las aulas

A. Díaz Leal FERROL

FERROL

JOSÉ PARDO

Reportaje | Una experiencia de integración Hace cuatro años sólo tenía un alumno búlgaro; hoy, los pasillos del IES Marqués de Suanzes son un ejemplo de convivencia de jóvenes de diferentes países

17 abr 2004 . Actualizado a las 07:00 h.

?Cuando llegué hace casi cuatro años no tenía ni idea de español, y era el único extranjero». Lo dice de corrido, y con acento gallego, Dimo Yankov. Dieciséis años, búlgaro. Alumno de 3º de la ESO en el IES Marqués de Suanzes, Dimo es el orgullo del instituto, y un ejemplo de integración, según el equipo de orientación del centro ferrolano. En sólo unos meses, Dimo hablaba español sin muchos problemas. «Al principio fue difícil, pero con la ayuda de los profesores y de mis compañeros, mejoré rápido», explica. Un curso más adelantado está Damián Romera. Dieciséis años, argentino. Llegó a Ferrol en 2002. «Al principio, extrañaba mucho mi país», reconoce. «Ahora también, pero lo llevo mejor». Damián hizo amigos pronto, «la mayoría son también latinoamericanos», matiza, «creo que nos entendemos mejor, estamos en las mismas circunstancias». En esto no coincide Juan Manuel Velasco. Diecisiete años, colombiano, en Ferrol desde hace casi tres años. «Me llevo mejor con los españoles que con el resto de los colombianos. Bueno, sobre todo ahora que tengo novia ferrolana», explica. Juan Manuel fue el primer alumno de color del Marqués de Suanzes y reconoce que integrarse no fue fácil, «pero los profesores me apoyaron mucho, se preocupaban de que estuviese bien», afirma. La sensibilidad del profesorado les parece fundamental a los tres. «Se nota que se preocupan más porque nosotros entendamos bien, se paran más con nosotros», resume Dimo Yankov. Ahora, todos sus problemas escolares son los mismos del resto de sus compañeros Normalidad María del Carmen Bustabad, orientadora del centro, explica: «El objetivo es tratar a los alumnos extranjeros como a cualquiera de aquí, eso sí, con medidas puntuales para casos concretos». Bustabab asegura que nunca han tenido problemas con los chicos de otros países, que superan ya los 25. La coordinación de los profesores es básica para el éxito de esta experiencia de integración, que fue expuesta en las jornadas para orientadores que la Consellería de Educación organizó en diciembre de 2003. Pero no todo es fácil. Bustabad echa de menos «un organismo de referencia que les explique a los padres todo lo que deben saber, porque somos nosotros los que tenemos que informarles de todos los recursos que la ciudad pone a sus disposición». Los padres están de acuerdo en que los primeros momentos son los más difíciles. «Damián extrañaba mucho la Argentina, y le costó adaptarse», explica Mónica Roibás, su madre. Danka Vassileva, la madre de Dimo, está de acuerdo con el profesorado del centro en que su caso es excepcional. «Aprendió muy rápido el idioma e hizo amigos pronto», dice. Para Danka, el trato que han recibido, tanto su hijo como ella y su marido en el instituto «ha sido muy bueno». La madre de Dimo está convencida de que el caso de su hijo «puede ayudar a otros chicos que vienen de fuera, para que vean que no van a estar mal aquí, y que se les va a tratar bien», afirma.