Lo suyo es trabajar en el sombra, y nunca ha aceptado, siquiera, ser madrina, pero pocas personas han impulsado tanto la Fiesta de las Pepitas como Cani Bustabad
31 jul 2025 . Actualizado a las 00:55 h.Creció rodeada de canciones, y dice, sonriendo, que a la hora de formar una familia ya estaba «predestinada para un músico». Se siente ferrolana «hasta la médula», con el entusiasmo de quienes afirman que su ciudad no se parece a ningún otro lugar del mundo. Ha hecho del buen humor una forma de caminar por la vida, pero tampoco le ha dado miedo nunca expresar con claridad sus opiniones. Quiere a la fiesta de las Pepitas como si formase parte de su alma. Y dice que no hay mejor lugar que Ferrol para cantar. -Ferrol «ante todo», dice.-¡Ay, sí, claro! ¡Es que para mí -ríe Cani- después de As Pías ya es el extranjero.-Mujer, tanto como el extranjero... -El extranjero, el extranjero. Yo es que siempre digo que no soy gallega, que lo que soy es ferrolana. Y además, muy entusiasta de la música que tenemos, de la de Ferrol. La nuestra es una ciudad de cantar. Donde se juntan tres o cuatro ferrolanos, estén en el lugar del mundo que estén, siempre aparece una guitarra. Lo nuestro es la música. Por eso me molesta mucho que quieran convertir a Ferrol en una ciudad carnavalera, porque es que no lo es. Y fíjate que llega el entroido y la gente ya casi no sale a la calle. Hasta a los que ves parece como si estuviesen tristes. Pero es que esto no es Cádiz, ni Tenerife, ni Río de Janeiro. Somos de otra manera. Lo nuestro son las Pepitas. ¡Y que se les quite el día como se ha hecho...! -No le ha gustado. -Hombre, no me digas. Por favor. ¡Anda, anda...! ¡La Noche de las Pepitas es la víspera de San José, no hay más vueltas que darle! Y que no me vengan con que quisieron cambiarla las rondallas, y que se lo pidieron al ayuntamiento, porque yo puedo asegurarte que, desde luego, no fueron todas. -¿De dónde viene la tradición musical de Ferrol? -Pues no sabría decirte, pero éste, desde siempre, es un pueblo que canta. Yo creo que en todas las casas de Ferrol hay alguien que sabe tocar algún instrumento. -Y en su caso... -En mi caso, yo es que crecí oyendo cantar. Fue así toda la vida. Y con mis hijos ha pasado algo parecido. Siempre han tenido la música alrededor. Fíjate que el pequeño, cuando tenía cuatro años, escuchaba las Cuatro Estaciones y se ponía a llorar. No sé por qué sería, supongo que porque se emocionaba, pero el caso es que él era tan pequeñito, entonces, y sin embargo al sentir a Vivaldi ya lloraba. Ferrol es la música. Por eso no se puede jugar con una fiesta como la de las Pepitas. ¿Que San José ya no es festivo...? ¡Pues que se haga festivo en Ferrol, si ese es el problema! Pero la fiesta de las Pepitas no es ni la de las Jacintas, ni la de las Matildes. Es la de las Pepas. Y ya está. -¿Qué le parece la propuesta de sustituir la festividad de Chamorro, o la de San Julián, por la de San José? -Bueno, Chamorro... ¡Chamorro non, que aí é onde está a Nosa Santiña do Nordés, que será feuchiña pero é a nosa! -dice Cani, expresándose en gallego al adoptar un tono más emotivo-. Pero la de San Julián -añade, regresando a su registro habitual-, qué quieres que te diga. Por mí, ese día, si quieren, que lo cambien. Porque la fiesta genuina de Ferrol es la de las rondallas. -Unas rondallas que, por lo visto, y tras la celebración oficial de ayer, volverán a salir a la calle el martes. -Sí, claro. -¿Qué está cambiando entre los rondallistas? -Cambian muchas cosas. Ahora, por ejemplo, cada vez hay menos letras como aquella -ríe Cani- de «mis endechos escucha, que por ti canto...». Eso lo escucha un chaval de hoy y cree que está hablando un marciano. Entre los letristas de ahora hay grandes poetas, como González Tosar, García Bodaño, Alfredo Conde o Pedro Blanco Llano. Cada vez se utiliza más la lengua nuestra, el gallego. La tradición se moderniza. Pero hay un problema muy grande. -¿Cuál? -Que la media de edad de los rondallistas es muy alta. Y tenemos que atraer a los jóvenes. Enseñarles que la pasión por cantar es algo que en Ferrol se lleva en la sangre.