Fernando Alonso pide pista hasta el 2017

MOTOR ON

TOFIK BABAYEV

Hace quince años que debutó en la Fórmula 1. Dice que formará parte del gran circo esta temporada y la siguiente, pero que solo continuará si tiene opciones de ser campeón

13 mar 2016 . Actualizado a las 16:50 h.

Melbourne. Marzo. 2001. Un joven de 19 años debutaba en la fórmula 1 al volante de un modesto Minardi. Era Fernando Alonso. Desde entonces la trayectoria del piloto ha dado muchas vueltas. La próxima semana volverá al lugar en el que empezó todo, al circuito australiano de Albert Park, para el arranque de una nueva temporada. El asturiano ha desmentido una vez más los rumores de retirada, esa especie de sonido de fondo que acompaña lo acompaña junto con el de los motores. Su contrato con McLaren acaba a finales del 2017. Pero asegura que solo seguirá en activo si tiene posibilidades de volver a ser campeón. 

Hace tiempo que Alonso ve demasiado lejos un tercer título mundial. Fue escribiendo historia, se convirtió en el ganador más joven de un gran premio al imponerse en Hungría con 22 años y 26 días. Conquistó dos coronas resucitando Renault. Se impuso a Kimi Raikkonen, que entonces conducía un McLaren, y a Michael Schumacher (Ferrari). Se puede decir que el  piloto que retiró deportivamente al káiser ganándole el pulso tras varios duelos espectaculares. Con sus éxitos en el Consiguió que millones de españoles madrugaran los domingos y no confundieran neumáticos duros y blandos. Pero después Alonso se encontró en su carrera con tres escollos. Lewis Hamilton, Red Bull y el decepcionante rendimiento de sus propios monoplazas. Mientras, Hamilton y Sebastian Vettel fueron marcando nuevos récords de precocidad. 

Alonso fue campeón en el 2005 y en el 2006. Desde entonces es como si condujera en sentido contrario en más de un sentido. Se incorporó a McLaren en el 2007. Parecía una alianza indestructible, el campeón sentado en un gran coche de una escudería mítica. Pero la sonrisa de  Alonso pronto se torció. Hamilton, el piloto de la casa, la promesa británica, era el favorito para Ron Dennis y para el resto del equipo y así fue tratado. En la pista el divorcio era evidente. Alonso tuvo opciones hasta el último momento, pero no venció él ni Hamilton. Fue Kimi Raikkonen (Ferrari).

Volvió a Renault y, pasando a un segundo plano, fue testigo de cómo Ross Brawn aprovechaba un vacío del reglamento para diseñar un Mercedes con doble difusor que, contra todo pronóstico, llevaba a lo más alto al británico Jenson Button.

A finales del 2010 el bicampeón por fin fichó por Ferrari. Pero entonces emergió el dominio incontestable de Red Bull, que volaba con el coche diseñado por el mago de la aerodinámica Adrian Newey. A pesar de la superioridad del coche que conducían Sebastian Vettel y Mark Webber (aquí no había dudas sobre quién era el piloto número uno), Alonso llegó a la última carrera en condiciones de luchar por el título. Pero los estrategas de Ferrari cometieron un error táctico monumental, que dejó al español bloqueado por detrás de Vitaly Petrov. Ese fallo les costó el Mundial en favor de Vettel. Su relación con la escudería italiana se fue deteriorando a medida que se alejaban del podio. Y el hombre que decía «nunca volveré a McLaren» acabó regresando en el campeonato del 2015 después de firmar un contrato suculento. Según la página italiana Omnicorse.it, percibe 36,5 millones de euros por temporadas sin cantidades sujetas a resultados. Solo Vettel lo supera, pero gracias a los bonus por resultados.

El 2015 de Alonso fue frustrante y para el 2016 se marca como objetivo subir al podio en el último tramo de la competición. Cree que su motor Honda tiene potencial, que puede mejorar. Pero de momento está muy lejos de Mercedes, que defiende título con Hamilton y que tendrá a su favor que el reglamento de este año es similar al del anterior, por lo que no han estado obligados a realizar cambios importantes en un coche que funciona. 

En el contador del asturiano bien podría haber dos campeonatos más. De hecho, cuando realizan encuestas entre los que ruedan en el gran circo suele ser el piloto mejor valorado. Todavía le quedan algunas vueltas por delante para reivindicarse.