¿Qué hago si sufro un infarto?

Marina Chiavegatto

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Son situaciones límite en las que hay que actuar con mucha rapidez. Los síntomas despistan y la tensión del momento puede bloquearnos pero estos sencillos pasos pueden salvarte la vida. Así tienes que actuar si sospechas que estás sufriendo un infarto.

19 feb 2017 . Actualizado a las 04:00 h.

Identificar los síntomas y pedir auxilio lo antes posible, son las dos pautas más importantes a seguir si estamos ante un infarto de miocardio. Hay poco tiempo para actuar y por eso es crucial saber reconocer las señales que nos da el cuerpo. «Las sensaciones varían según la persona pero quizás la más común sea la de pesadez en el pecho y un hormigueo en el brazo y la mandíbula», explica Jeremías Bayón. El cardiólogo del hospital de Lugo alerta que muchas veces los síntomas se disfrazan como una indigestión, falta de aire o acidez estomacal. De hecho sucede que los pacientes llegan a urgencias diciendo que tienen un «malestar gástrico con náuseas y vómitos», y aunque muchos crean que se trata de un corte de digestión, en realidad están sufriendo un infarto.

 Riesgo de muerte

Las enfermedades cardiovasculares causan el 31% de las muertes en España, y entre estas, la mitad son provocadas por el infarto de miocardio. Carlos González Juanatey, jefe del servicio de cardiología del HULA aconseja que ante la duda llamemos siempre al servicio de emergencias. Al otro lado del 061 nos atenderá un médico que diagnosticará la enfermedad y nos indicará cómo actuar. «El 40% de los que sufren un infarto de miocardio fallecen antes de llegar al hospital», aclara el doctor González Juanatey. Por eso en los primeros minutos hay que actuar a contrarreloj para recibir ayuda médica lo antes posible. «Una vez que el paciente ya ha llegado al hospital la tasa de mortalidad por culpa del infarto baja a un 8% -puntualiza Juanatey-- ya que se recupera el flujo de sangre y el corazón vuelve a funcionar con normalidad».

La angioplastia

Las guías internacionales recomiendan que no pasen más de 190 minutos desde que el enfermo sufre un infarto, hasta que llega al hospital y se le realiza una angioplastia primaria. «Se trata de un procedimiento poco invasivo y no quirúrgico en el que se abre la arteria obstruida», explica el cardiólogo Jeremías Bayón. Él y el equipo de hemodinámica del hospital Lucus Augusti realizan cerca de 190 angioplastias cada año. Una vez restablecido el flujo sanguíneo y pasada la fase aguda la responsabilidad queda en mano del paciente. «Después de un ataque al corazón hay que cambiar de estilo de vida -advierten-. Es crucial cuidar la alimentación, evitar las grasas saturadas y hacer ejercicio físico a diario». Con una vida sana y controlando el colesterol y la tensión arterial se podrían evitar el 80% de los infartos.