Desde Galicia a Londres, los británicos valoran los sorprendentes resultados electorales que dieron la victoria a David Cameron
17 may 2015 . Actualizado a las 09:46 h.Frente al horizonte verde de la Torre de Hércules -desde cuya atalaya dice la leyenda que un día el hijo de Breogán divisó las islas británicas-, un inglés, un escocés y una gallega se reúnen para hablar sobre un tema que, paradójicamente, no tiene nada de chiste. Los resultados de las últimas elecciones en Gran Bretaña, con una victoria rotunda e inesperada de los conservadores capitaneados por David Cameron, que destrozaron todos los pronósticos cacareados por las encuestas, ponen sobre la mesa la poca fiabilidad de los sondeos preelectorales y hacen temblar a los analistas ante la proximidad de los comicios municipales y generales en España.
Los que auguraban un parlamento ingobernable y un empate técnico entre laboristas y conservadores se han quedado con la boca abierta, un asombro acentuado además por el también inesperado auge de los independentistas escoceses.
Desde Galicia, algunos británicos han compartido también esta sensación de sorpresa. Uno de ellos es David Clark, residente desde hace 25 años en nuestro país y profesor en la Universidade de A Coruña, que se muestra abiertamente a favor de la independencia de Escocia. «Fue una sorpresa -explica- el resultado en sí, y para mi muy grata la parte que corresponde a Escocia. Sabía que había muchas posibilidades de que pasase, pero aún así me sorprendió». David hace su lectura personal del tema y asegura que, después del referendo sobre la independencia escocesa celebrado el año pasado «mucha gente se arrepintió de su votación y ahora ha cambiado de idea sobre su voto. Creo que la cosa ahora está clara y la oportunidad definitiva está cerca, no tardará más de 10 o 15 años en llegar». Sobre el nuevo panorama general que afronta Gran Bretaña el profesor asegura que el problema principal está en la relación con Europa. «Cameron tiene un problema gordo porque se ha comprometido a hacer un referéndum sobre esto cuando hay elementos en su partido que necesitan que Gran Bretaña esté en Europa, aunque hay un sentimiento bastante generalizado de antieuropeísmo en la sociedad inglesa que parece que no quiere ver los beneficios de estar en la Unión Europea».
Muy a gusto en Galicia
James Calder lleva ya 16 años en A Coruña, donde trabaja como traductor. Esta vez no ha votado. Dice que realmente no le atrae ningún partido y se define como «muy cínico y escéptico con el sistema político». Explica que, en su caso en concreto, el sistema por escaños no le beneficia nada. «El escaño donde yo puedo votar es uno de los más seguros de los conservadores en todo el país, y si votas allí en contra de ellos posiblemente no cuente para nada. Si cambiase el sistema a la representación proporcional pues entonces sí votaría».
Entrar a valorar no es fácil desde la distancia, pero a James el resultado de las elecciones no le convence: «no se si es un poco triste, porque un gobierno conservador con mayoría está bien para la economía y para los mercados, pero yo creo que va a haber más años de austeridad y más recortes, y eso no es lo mejor para el país en general». Piensa, igual que su colega David, que Cameron tiene un problema con el tema europeo, «porque la mayoría que tiene no es muy grande y tiene muchos diputados euroescépticos. Yo creo que el personalmente quiere quedarse en Europa pero una parte importante de su partido no quiere y la realidad es que salir de Europa sería un error»
Ahora James piensa en volver a su tierra. Dice que tiene morriña, que lo está valorando. «Estamos pensando en regresar en los próximos años a Escocia. A mi me gustaría volver y a mi mujer, a la que conocí en Londres, pues también. Preferimos irnos a Escocia porque mis padres son escoceses. Yo estoy a favor de la unión, pero si Escocia se hace independiente pues iríamos igual, aunque me daría un poco de miedo porque es un poco incierta la situación»
Pero medio corazón de James ya es gallego «Tengo una hija que nació aquí en A Coruña, tiene casi doce años. y es pelirroja como yo, pero gallega, con acento y todo». También tiene amigos y familia política. «Galicia siempre nos ha tratado muy bien, así que si nos vamos, seguro que volveremos de vez en cuando».