La UCO cree poder recuperar los datos siempre que el fiscal general no haya destruido su viejo móvil

Melchor Sáiz-Pardo MADRID / COLPISA

ESPAÑA

El fiscal general del Estado, Álvaro García Ortiz, durante el acto de homenaje a la Constitución en el Palacio Provincial de Toledo, el 4 de diciembre.
El fiscal general del Estado, Álvaro García Ortiz, durante el acto de homenaje a la Constitución en el Palacio Provincial de Toledo, el 4 de diciembre. Juan Moreno | EUROPAPRESS

Los investigadores ya tienen las órdenes del juez de localizar el aparato que usó García Ortiz antes de cambiar de terminal el 23 de octubre

13 ene 2025 . Actualizado a las 11:23 h.

Poco podía imaginar el juez Ángel Hurtado que a sus 70 años y tras 41 de ejercicio en los tribunales iba a tener que convertirse a su edad en un especialista informático en telecomunicaciones. El instructor del Supremo, que investiga al fiscal general del Estado por un presunto delito de revelación de secretos del novio de Isabel Díaz Ayuso se ha hecho un verdadero experto en la materia desde que la UCO de la Guardia Civil le informara que en el móvil de Álvaro García Ortiz había «0 mensajes» en las fechas de la filtración.

Según revelan fuentes de la investigación, Hurtado se ha hecho en tiempo récord con los conceptos básicos de los móviles de la mano de los propios agentes del denominado Departamento de Investigación Económica y Anticorrupción de la UCO, que son los que están adscritos al caso, con la promesa de que si se deja guiar en sus indagaciones no todo está perdido. Que todavía cabe la posibilidad de acceder a los datos borrados por el fiscal imputado, sobre todo si García Ortiz no ha llegado a destruir físicamente el terminal que usaba en marzo de 2024 cuando se filtraron los correos electrónicos de Alberto González Amador, pareja de la presidenta madrileña.

Según diversos documentos que ya obran en la causa, García Ortiz entregó el 30 de octubre, durante el registro de la UCO en la Fiscalía General, un Samsung Galaxy A54 5G, que no era el que usaba entre el 8 y 14 de marzo de 2024. En ese móvil, el fiscal imputado tenía dos líneas: una propia a su nombre con Movistar y otra oficial de Vodafone. Según fuentes de la investigación, las SIM encontradas en el interior del Galaxy en realidad eran duplicados de las originales. Hurtado el pasado martes ordenó varias gestiones a la Guardia Civil, entre ellas que pidieran a Vodafone y Telefónica el listado del tráfico de llamadas.

Pero ese día el juez ordenó otra diligencia que puede tener mucho más alcance. Se trata de que las compañías faciliten los números IMEI (internacional mobile equipment identity) del terminal o terminales en los que estaban las tarjetas originales, que luego han sido duplicadas. Este número —que «es un identificador único que es identificativo para cada terminal telefónico— es básico para conocer qué móvil o móviles usaba en marzo el fiscal general y para dar el siguiente paso en esta investigación: reclamar con ese IMEI a García Ortiz que entregue el móvil o móviles físicos que utilizaba en las fechas de la filtración.

Y es que, según han revelado mandos del operativo, aunque el fiscal general haya formateado de «manera intensiva» ese móvil el que estaban sus dos tarjetas, hay posibilidad de recuperar los mensajes de texto borrados siempre que el móvil no hayan sido destruidos físicamente.