El choque entre Miguel Tellado y Patxi López será habitual toda la legislatura
10 dic 2023 . Actualizado a las 22:28 h.Desde el 17 de mayo, once días antes de las elecciones municipales, Pedro Sánchez no se somete al control parlamentario. La disolución del Congreso el 29 de mayo y los casi cuatro meses que el socialista tardó en cerrar sus pactos con Carles Puigdemont, Arnaldo Otegi y Andoni Ortuzar le sirvieron como coartada para saltarse una resolución del Constitucional —promovida por el PSOE en tiempos de Rajoy— que sí obligaba al Gobierno en funciones a ser controlado. Y eso que en estos siete meses ha habido una guerra, varios conflictos diplomáticos y un sinfín de polémicas en España y Europa.
Ahora, el Congreso ha cambiado de timonel. La nueva, Francina Armengol, acumula desaciertos en cada intervención, la última este mismo miércoles, en los actos del Día de la Constitución dando por viable un referendo consultivo en Cataluña. Sánchez tardó menos de doce horas en desautorizarla en una tensa charla con Susana Griso.
Decíamos que la gresca política vuelve al Congreso porque aunque la comparecencia de los ministros será el miércoles, el martes arranca el debate en comisión de la ley de amnistía lanzada por el PSOE. Los socialistas intentarán no dañar más su credibilidad intentando frenar las peticiones de todos los sectores independentistas de ampliar el listado de beneficiados —algunas fuentes hablan de hasta 1.400 frente a los trescientos anunciados en primera instancia—. «Solo habrá retoques técnicos», insisten desde el entorno de Félix Bolaños mientras los equipos jurídicos de Míriam Nogueras (Junts) y Gabriel Rufián (Esquerra) buscan nuevas maneras de superar el documento que ya obligaron a presentar en solitario a los socialistas.
NUEVAS ESTRATEGIAS
El cambio del PP. En el Congreso, además de Meritxell Batet, faltará Cuca Gamarra —será diputada, pero se dedicará al partido—, que deja su plaza de portavoz al ferrolano Miguel Tellado. Su contundente mensaje irrita a las filas socialistas y, sobre todo, a una parte de su aparato mediático. Célebres han sido los choques en la Carrera de San Jerónimo de diputados de distinto color, pero Tellado ya le dejó claro a su par, Patxi López, que los tiempos han cambiado. «No hemos venido a hablar de lo que diga el PSOE, tenemos nuestros derechos y hay que cumplir con ellos», avisó. López, poco acostumbrado a que le lleven la contraria, aplicó su receta habitual: insultar al contrario después de pedir rebajar la tensión y acusar al PP de crispar entre algunas otras descalificaciones. La bronca vino porque Tellado pidió que el letrado mayor, Fernando Galindo, firmara el informe que avala la tramitación de la ley de amnistía y los socialistas pretendían ocultar ese nombre responsabilizando a todo el cuerpo jurídico del Congreso. Habrá que ver cómo evoluciona el duelo entre los dos portavoces.
EL BNG PIERDE
Menos protagonismo. Entre los muchos efectos colaterales del paso de Podemos al Grupo Mixto materializado el pasado martes figura el que sufrirá Néstor Rego. Y también los representantes de UPN y Coalición Canaria. Los tres se repartían los recursos y los tiempos a partes iguales y ahora se quedarán con un séptimo del total, menos de la mitad de lo que tenían antes de la explosión de la izquierda rupturista. En la lista de deseos de Pablo Iglesias figura incorporar a sus herederas, Ione Belarra e Irene Montero, en el eje que forman Bildu y Esquerra. Los de Ana Pontón forman parte de las candidaturas a las europeas de separatistas vascos y catalanes. Si ahora se une Podemos, ¿se aliarán los morados con el Bloque en Galicia? ¿Competirán en las autonómicas y luego se repartirán el espacio? Y Yolanda Díaz nunca se llevó demasiado bien con el Bloque. El nuevo capítulo no ha hecho más que comenzar.