Adriana Lastra y José Manuel Ábalos se encargaron de activar todos sus contactos en el partido. Juan Manuel Serrano, ahora presidente de Correos, ejercía como jefe de gabinete junto a una periodista que aún se mantiene en el partido. E Iván Redondo ejercía de consejero para todo, a pesar de las suspicacias que despertaba su pasado como asesor del PP. Un poco más lejos había otros colaboradores, como Carmen Calvo, que aportaban su carné de socialista de toda la vida y exministra de Zapatero.
Todos ellos se fueron del entorno de Sánchez antes que la propia Adriana Lastra. Antes incluso habían abandonado al presidente Óscar López, Antonio Hernando y César Luena, sus amigos inseparables. En Ferraz solo sobrevive Santos Cerdán. Al menos hasta el sábado.