Feijoo marca diferencias con Casado en su primer mes al frente del PP

Francisco Balado Fontenla
Fran Balado MADRID | LA VOZ

ESPAÑA

Sergio Pérez | EFE

Génova apuesta por la descentralización, la gestión y el pragmatismo

03 may 2022 . Actualizado a las 05:00 h.

La etapa de transición en el Partido Popular concluyó hace un mes con el congreso que la formación conservadora celebró en Sevilla y en donde Alberto Núñez Feijoo fue proclamado presidente. Tomaba así el testigo de Pablo Casado tras casi cuatro años de este en la séptima planta de Génova en los que no logró afianzarse como líder de la oposición. Son varios los cambios que se han empezado a registrar en los primeros 30 días de esta nueva etapa. Algunos, sustanciales.

El liderazgo

Respaldo casi unánime. Pablo Casado logró la presidencia del PP en unas circunstancias muy particulares. Demostró olfato presentando una tercera vía que se coló entre las favoritas: Soraya Sáenz de Santamaría y María Dolores Cospedal. Si pasaba el primer corte en las urnas, con los afiliados, la que se quedase fuera, en este caso, la exministra de Defensa, le cedería sus apoyos en la decisiva votación de compromisarios, catapultándole hacia la presidencia. Y así sucedió. El problema llegó a continuación, porque nunca tuvo un control real del partido, dedicando gran parte de sus esfuerzos durante todo este tiempo a intentar fortalecer ese liderazgo.

Feijoo asume la presidencia por unanimidad. Todas las familias del partido parecen haberse fusionado en una, y consideran al gallego como la única persona capacitada para ponerse al mando, lo que motivará que este pueda centrarse casi en exclusiva a presentar una alternativa de Gobierno a Pedro Sánchez y relativizar las cuestiones de índole interna, en donde el vicesecretario de organización, Miguel Tellado, jugará un papel determinante, muy similar al que venía protagonizando en Galicia. 

El tono

Menos decibelios. «Yo en vengo a insultar a Pedro Sánchez, yo vengo a ganar a Pedro Sánchez». Esta frase pronunciada por el nuevo líder del PP ante la junta directiva de los populares gallegos resume a la perfección la estrategia que abrazará. La meta no difiere respecto a la de su predecesor, que no es otra que llegar al Gobierno, pero el camino que seguirá para alcanzarla será más suave. Las descalificaciones brillarán por su ausencia, un asunto que no tiene que ir reñido con hacer una oposición «firme» y «severa», como él mismo avanzó en el congreso de Sevilla.

Sánchez y Feijoo se han reunido hoy en la Moncloa
Sánchez y Feijoo se han reunido hoy en la Moncloa Chema Moya | EFE

Relación con Vox

Apelación directa a sus votantes. Casado vivía muy pendiente de los movimientos de Vox. Y no fueron pocas las ocasiones en las que el PP adoptaba una postura en función de la que había establecido previamente Santiago Abascal. Cambios de rumbo constantes. El palentino estaba muy pendiente del flanco derecho, para intentar cortar la sangría de votantes. A las puertas de las elecciones andaluzas, casi llegando ya a la jornada de reflexión, Casado ofreció a través de la radio a los de Abascal consejerías, es decir, montar un gobierno de coalición, oferta que llegó tras haberlo rechazado en campaña. Un tiempo después protagonizó un discurso en la moción de censura presentada por Vox en la que el líder del PP acusó a Abascal de ser «el monosabio de Pablo Iglesias», de no haber trabajado en la vida y otros ataques similares.

Feijoo intentará no entrar en las provocaciones y centrará su discurso en la gestión y en la defensa de la Constitución. Los dos principales asuntos que empleará para marcar diferencias con Abascal ya los avanzó también en el Congreso. El PP es un partido que cree firmemente en la Unión Europea, y el PP es una formación que defiende la España autonómica. Vox es euroescéptico y quiere acabar con las comunidades autónomas. Feijoo no fijará posición en función de la establecida por Vox. La posición del nuevo PP se fijará con independencia de lo que hagan las otras formaciones. Y esto afecta también a las fuerzas de Gobierno.

Más cogobernanza

Los barones, soberanos. Las autonomías del PP denunciaron el exagerado intervencionismo realizado por Casado a través de su secretario general. Asturias, Extremadura, Cataluña, Cantabria… La intención era promocionar liderazgos afines a Génova. La anterior dirección también realizó incluso algunos movimientos que en Galicia fueron interpretados como pequeños escarceos para desgastar a Feijoo. Entre estos, destacan las recepciones de José Manuel Baltar en el 13 de la calle Génova, así como un intento de aprovecharse de la fractura que presentó el PPdeG en Vigo.

Feijoo y Moreno Bonilla
Feijoo y Moreno Bonilla Joaquin Corchero | Europa Press

Feijoo dará total libertad a los líderes territoriales consolidados. Por supuesto, al andaluz Juanma Moreno, que disfrutó de la capacidad de convocar las elecciones cuando quiso. Tampoco se meterá en el gobierno de coalición que acaba de conformar Mañueco. El gallego, que cumplió 16 años al frente del PPdeG, sabe que las injerencias desde Madrid lo único que hacen es incordiar, y que son los líderes autonómicos los que mejor conocen sus territorios. El PP será mucho más descentralizado, porque el partido no tiene que mandar el mismo mensaje en Toledo que en Bilbao, y estos mensajes no tienen por qué ser necesariamente contradictorios. La modulación será clave.

En un mes arrancará la campaña de las elecciones andaluzas, fijadas para el 19 de junio, en la que Feijoo participará «con la intensidad que le reclamen» desde Sevilla; «ni más, ni menos», confirman desde la dirección del PP.

Paz con Ayuso

Activo. Muy relacionado con el anterior apartado, otra de las grandes diferencias de esta nueva dirección nacional del PP estará en la relación con Isabel Díaz Ayuso. Feijoo es consciente de que necesita a Ayuso, y esta, además del congreso que le permitirá proclamarse como presidenta autonómica del partido, disfrutará también de la capacidad para mantener ese perfil propio que tan bien le funcionó en las últimas autonómicas, y que además le sirva de valladar frente a Vox. Feijoo es consciente de que para llegar a la Moncloa necesita a una Ayuso fuerte. Y Ayuso también sabe que buena parte de su éxito pasa porque a Feijoo le marchen bien las cosas. La relación entre ambos mejoró mucho desde que Galicia cedió respiradores a Madrid en el peor momento de la pandemia y se estrechó en los últimos meses a consecuencia de la crisis orgánica. Y finalmente, si hubiera ropa sucia, se lavaría siempre dentro de casa.