Pedro Arriola: El eterno gurú del PP que llevó a Aznar y a Rajoy a la Moncloa

Gonzalo Bareño Canosa
Gonzalo Bareño MADRID / LA VOZ

ESPAÑA

Pedro Arriola falleció a los 74 años
Pedro Arriola falleció a los 74 años Eduardo Parra / Europa Press

Fue el asesor personal de los dos expresidentes pese a las reticencias que generaba en el partido y participó en las negociaciones con ETA en 1998

29 ene 2022 . Actualizado a las 05:00 h.

Mucho antes de que se pusiera de moda llamar spin doctor a quien susurra al oído de un líder, y de que los estrategas se convirtieran en estrellas mediáticas, hubo en España un gurú desconocido para el gran público que logró la proeza de llevar a la Moncloa a dos dirigentes tan opuestos como Aznar y Rajoy. Pedro Arriola Ríos (Sevilla, 1948) murió este viernes llevándose consigo la fórmula para leer las tripas de los sondeos y entender mejor que los propios encuestados lo que estaba en la mente de los españoles.

Militante de izquierda en su juventud, Arriola se convirtió en un derechista descreído con la llegada de la democracia y trabajó para la CEOE. En 1989, José María Cuevas se lo presentó a Aznar, que lo fichó como asesor personal. De su mente, dicen, salió el «¡váyase, señor González!» que llevó al líder popular a la presidencia.

Cuando el PP llegó al poder, siguió trabajando para el partido desde su asesoría, cobrando una sustanciosa minuta. Aznar confiaba tanto en él que lo envió junto a Javier Zarzalejos y Martí-Fluxá a negociar con ETA. Pese a las reticencias en el partido, Rajoy lo mantuvo como su gurú. Fue de los pocos que sobrevivieron a la travesía en el desierto hasta que el PP volvió al Gobierno.

La leyenda dice que su consejo era siempre hacerse el muerto y esperar a ver pasar el cadáver del enemigo. Pero, aunque es cierto que siempre desdeñó los esfuerzos inútiles, su aportación fue capital para que Aznar y Rajoy pasaran de ser dos políticos aburridos a convertirse en verdaderos killers parlamentarios que lograron mayorías absolutas.

Luego, Arriola comenzó a perder el olfato y la capacidad de adelantarse a lo que venía. No supo ver el cambio que supuso el 15M y la llegada de Podemos. «Todos los frikis acaban planeando sobre Madrid», dijo con desdén en el 2014, en una de sus escasa apariciones públicas, cuando Pablo Iglesias irrumpió en la política española. En el 2018, Casado le rescindió el contrato y la relación acabó mal. Al mito de Arriola contribuyó un asunto privado. Estaba casado con la popular Celia Villalobos. Es difícil encontrar caracteres más opuestos que el hermético gurú y la lenguaraz exministra. Pero el matrimonio se mantuvo unido hasta el final.