Ana Losada, presidenta de la Asamblea por una Escuela Bilingüe: «El caso de Canet es un aviso a navegantes que lanza la Generalitat»

Cristian Reino BARCELONA / COLPISA

ESPAÑA

Ana Losada, presidenta de la Asamblea por una Escuela Bilingüe en Cataluña
Ana Losada, presidenta de la Asamblea por una Escuela Bilingüe en Cataluña CEDIDA

Considera que no hay persecución al castellano en Cataluña, pero denuncia que sí existe una «exclusión institucional» del español

26 dic 2021 . Actualizado a las 05:00 h.

Ana Losada preside la Asamblea por una Escuela Bilingüe (AEB) en Cataluña, entidad que trabaja contra el modelo de inmersión, el que establece que el catalán sea la única lengua vehicular en la enseñanza. Losada impulsó la plataforma en el 2014 para reclamar la enseñanza en castellano para su hija. La AEB ha asesorado a un centenar de familias, entre ellas la de Canet, en sus litigios contra la Generalitat.

—¿Existe un conflicto lingüístico en Cataluña?

—Sí, desde hace años. Se percibe en que una lengua que es oficial y mayoritaria no es vehicular en la escuela. Es evidente que hay un intento de arrinconar una lengua y hay una vulneración de los derechos lingüísticos al no permitir que una parte estudie en su lengua materna.

—¿Está perseguido el castellano en Cataluña?

—No hay persecución del español, hay exclusión desde las instituciones. Los partidos nacionalistas nos quieren hacer creer que el español es una lengua ajena a Cataluña, impropia de los catalanes. El objetivo es claro: la lengua es uno de lo pilares fundamentales de la creación de la identidad nacional.

—¿Adoctrina la escuela catalana en el nacionalismo?

—No creo que todos los profesores lo hagan, pero hay muchos casos que evidencian que hay un problema que debe resolverse. Igual que hay muchos casos de libros que dan una visión muy sesgada de la historia de Cataluña.

—¿Cuál es el problema de la inmersión?

—El primer problema es que se vulneran derechos lingüísticos. Y el segundo es que los alumnos castellanohablantes fracasan más que los catalanoparlantes por no poder estudiar en su lengua materna.

—La Generalitat asegura que los alumnos catalanes, al final de la escolarización, tienen el mismo nivel en español que un niño de Salamanca. ¿Comparte este diagnóstico?

—El Govern no solo dice eso, sino que incluso los catalanes tienen un nivel superior. Porque ya se sabe que un niño catalán es de una raza superior y solo necesita dos horas a la semana para dominar una lengua. Este argumento es supremacista. No hay ninguna prueba que lo demuestre.

—En cualquier caso, el modelo en catalán está aceptado por la mayoría de la sociedad catalana. ¿Qué le parece que el 80 % de los diputados del Parlamento catalán defiendan la inmersión?

—Cuando la mayoría en el Sur de Estados Unidos estaba de acuerdo en que los negros no fueran a la universidad ¿tenían razón porque eran la mayoría? La razón no la tienen por ser la mayoría. Los derechos lingüísticos se han de respetar.

—¿Por qué hay tan pocos padres que pidan más horas en castellano para sus hijos?

—Si vemos los ejemplos de Canet, Balaguer, Mataró o Castelldefels, nos dicen que los padres que dan el paso corren un riesgo. El consejero de Educación dijo días atrás que unas 1.500 familias lo han pedido, pero la mayoría no ha llegado a los tribunales. Cuando está en juego el nombre de tu hijo, te lo piensas dos veces.

—¿El modelo de inmersión tiene los días contados?

—Sí, creo que la inmersión está muerta.

—¿Acatará Aragonès la sentencia que obliga a impartir el 25% de la clases en castellano?

—Dice que no. La lengua para los independentistas es un pilar fundamental de la creación de la identidad nacional, igual que los medios de comunicación públicos. El 25 % rompe el tótem nacionalista, no quieren que se normalice el español. Quieren transmitir desde que eres pequeño que solo hay una lengua en Cataluña, una sola nación, y que lo demás, el español y su cultura o los lazos con el resto de España no existen o son impropios de lo catalanes. Por eso la inmersión es fundamental para ellos. 

—¿Cuántos casos hay como Canet?

—Son 35. Lo que anunció el Govern de que contratará 35 profesores para que en los centros afectados haya dos docentes en una misma aula (uno en castellano y otro en catalán) es ilegal y lo vamos a recurrir.

—¿Se está cumpliendo la sentencia en Canet?

—Desde el primer día. Una cosa es lo que dice el Govern y otra lo que hace.

—¿Qué ha pasado en Canet para que la bola se haya hecho tan grande?

—Canet es un aviso para navegantes de la Generalitat. Para que a los padres no se les ocurra pedir bilingüismo y para que nadie piense en denunciar que la sentencia del TSJC (sobre el 25 %) no se cumple. Porque si lo hacen les pasará lo que a los padres de Canet. La polémica se alentó desde la Consejería de Educación y así lo vio el TSJC, que advirtió a la Generalitat sobre su comportamiento. Está claro de dónde viene el acoso.

—Viendo la dimensión que ha cogido todo, ¿qué opinan los padres del niño?

—Lo dejaron claro en una carta.

—¿No se arrepienten del revuelo creado?

—Cómo se van a arrepentir, es el derecho de sus hijos. No se amedrentaron con el acoso y la reacción totalitaria de las personas que dicen que no quieren que tu hijo tenga los mismos derechos que los suyos. Puede que dé miedo, pero para ellos no. Pensaron muy bien lo que iban a hacer. Por eso hay tan poca gente que llega hasta el final. La presión ha sido sobre ellos, el niño no se ha enterado.

—¿Qué es lo más grave del caso de Canet?

—Ha evidenciado que una parte de la sociedad catalana está enferma de odio.

—¿Hablar del «espíritu de Canet» o de «apartheid lingüístico» no es banalizar acontecimientos terribles?

—Hablo de Canet como punto de inflexión. Por primera vez se habla de conflicto lingüístico. En cuanto al apartheid, nosotros hablamos de la exclusión del castellano y de discriminación de los castellanohablantes. Nunca negaremos que los catalanohablantes tienen derecho a estudiar en su lengua materna, los mismos derechos que deberían tener los castellanohablantes. ¿Por qué mi hija no tiene derecho a estudiar en su lengua materna? Es catalana, ha nacido aquí, hay dos lenguas oficiales.

—¿Le consta, como dice Casado, que hay niños que no pueden ir al lavabo por no pedirlo en catalán?

—Sí, nos consta. Nos han llamado padres para decirnos que no dejaban a los niños ir al baño si no lo pedían en catalán. No es mayoritario, pero pasa. Nos constan cinco o seis casos.

—¿Se espía a los niños si hablan catalán en el patio?

—Se espía claramente. Se dan instrucciones para que los juegos sean en catalán en el patio. Es propio de un régimen totalitario. La dictadura ya lo hacía.