Primer envite de la CUP a Aragonès: ocupar la sede de ERC en protesta por un desahucio

Cristian Reino BARCELONA / COLPISA

ESPAÑA

Los diputados de la CUP Carles Riera y Dolors Sabater, segunda y tercero a la derecha en la imagen, frente a unos agentes de los Mossos durante un deshaucio en Barcelona
Los diputados de la CUP Carles Riera y Dolors Sabater, segunda y tercero a la derecha en la imagen, frente a unos agentes de los Mossos durante un deshaucio en Barcelona Marta Pérez | EFE

Jóvenes de Arran y cuatro diputados de los antisistema y dos de En Comú Podem intentaron evitar que los Mossos echasen de un piso a unos okupas

26 may 2021 . Actualizado a las 05:00 h.

La CUP no ha esperado ni 24 horas para presionar a Pere Aragonès y dejarle claro que no va a tener una presidencia tranquila. Jóvenes activistas de Arran, la rama juvenil de la CUP, ocuparon ayer la sede de Esquerra en la calle Calabria de Barcelona. Un toque de atención de la CUP contra el presidente de la Generalitat, un día después de su toma de posesión. Los anticapitalistas, que votaron a favor de la investidura de Aragonès, protestaban contra un desahucio de un piso ocupado en el barrio de Poble Sec, en la capital catalana.

Agentes de la brigada móvil de los Mossos acudieron a primera hora a ejecutar el desalojo de la vivienda por orden del juez. En primera línea de resistencia se situaron cuatro diputados de la CUP, Eulàlia Reguant, Carles Riera, Dolors Sabater y Xavier Pellicer, lo que constituye un mensaje directo contra el presidente de la Generalitat. «Cumpla sus compromisos y demuestre que esta será una legislatura diferente», afirmó la parlamentaria Laia Estrada. En el acto también estuvieron dos diputadas de En Comú Podem, Jess González y Susanna Segovia. Si bien, los citados políticos no acudieron después a ocupar la sede de ERC como sí hicieron un grupo de 50 personas que entraron a la fuerza en la sede de los republicanos y de la que salieron sobre las once por su propio pie. En el exterior fueron recibidos con aplausos por los activistas que los esperaban al otro lado del cordón de mossos.

La cuestión policial va a ser uno de los puntos calientes de la legislatura. ERC asume por primera vez la Consejería de Interior, una cartera siempre en la picota en la política catalana y en la que situó al exsocialista Joan Ignasi Elena. En el debate de investidura, la CUP ya advirtió a Aragonès de que no le estaba dando un cheque en blanco. Y le avisó que si en unas semanas no se retiraba a los antidisturbios de los desahucios, los anticapitalistas dejarían de apoyar al Gobierno. 

Sàmper contradice a Aragonès

El jefe del Ejecutivo catalán se comprometió ayer a elaborar un nuevo protocolo de actuación de los Mossos en los casos de desalojo de viviendas ocupadas. No obstante, señaló que los antidisturbios no actuaron por orden de los mandos policiales sino por mandato judicial.

«Tenemos claro que a un desahucio no hay que ir con la brigada móvil», apuntó Aragonès en Catalunya Ràdio. «Hay que involucrar a la Justicia para resolver estos casos», señaló, tratando de tirar balones fuera.

No obstante, el consejero de Interior en funciones, Miquel Sàmper, admitió que la actuación de los Mossos en el desalojo es responsabilidad suya. «Hemos enviado a los antidisturbios porque había mucha gente concentrada que impedía la llegada de la comitiva judicial», aseguró. 

No vulnerable, según el TSJC

Entre los tres activistas desalojados, miembros del Sindicat Habitatge Raval, estaba Axel Altadill, un hombre de 28 años licenciado en Ingeniería Eléctrica por la Universidad Politécnica de Cataluña. Según fuentes del Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC), los ocupantes del piso desalojado no son personas vulnerables. El informe que presentaron y que había sido elaborado por los Servicios Sociales del Ayuntamiento de Barcelona no fue admitido. El comunicado del TSJC afirma que la persona identificada como ocupa del inmueble que solicitaba ser considerada vulnerable «tiene 28 años de edad, no tiene problemas de salud y tiene apoyo familiar [padres y una abuela] que le dan soporte económico y pueden ofrecerle un lugar para vivir».

Tras finalizar la ocupación de la sede de ERC, Altadill acusó a Aragonès de mostrar con el desahucio su verdadera «política de vivienda» y de estar al servicio del Tribunal Constitucional y no del Parlamento de Cataluña.