El debate deja las cosas como estaban

ESPAÑA

Candidatos a la presidencia de la Comunidad de Madrid en el debate electoral.
Candidatos a la presidencia de la Comunidad de Madrid en el debate electoral. Europa Press / J. Hellín. POOL

Los expertos consultados por La Voz prevén trasvases poco significativos

23 abr 2021 . Actualizado a las 09:46 h.

El debate celebrado el miércoles en Telemadrid entre los candidatos a presidir la Comunidad de Madrid no moverá de forma significativa los votos de cara al 4M, según los expertos consultados por La Voz, que prevén trasvases poco significativos, tras evaluar a cada candidato y cómo podría influir electoralmente.

Carlos Barrera estima que «se trató de un debate bastante previsible, en el que ninguno cometió errores gruesos» y, por lo tanto, «no parece que vaya a resultar decisivo en el movimiento de votos, porque la gestión en el Gobierno o en la oposición va a ser más valorada que el enfrentamiento televisivo en un plató, y porque aún queda campaña por delante». «Pudo captar algún indeciso, pero hay que aclarar que los que más gustan a los suyos, que son los más agresivos, no suelen ser los que más gustan a los indecisos», destaca Verónica Fumanal. Según Santiago Martínez, «el debate ha sido tan malo que no creo que los ganadores y perdedores vayan a sacar mucho rédito en cuanto a votos».

Ganadores y perdedores

García y Gabilondo. Para Verónica Fumanal, «no hubo un claro ganador, ni un perdedor, en un debate a seis es muy difícil ganar con rotundidad, si no hay errores evidentes, que no fue el caso». Carmen Lumbierres asegura que estos debates «sirven de manera distinta a los candidatos consolidados y con buenas perspectivas electorales y a los nuevos y más desconocidos». En función de esta variable, «la clara ganadora fue Mónica García y el perdedor Edmundo Bal, «con una actitud suplicante ante quien les echó del Gobierno, que acabó por dejarle en la irrelevancia». Considera que «en el eje izquierda-derecha, el ganador fue Pablo Iglesias, que consiguió desestabilizar en algunos momentos a la favorita Ayuso, y no entró en competición con sus candidatos afines». Y en la derecha, «Ayuso por incomparecencia de Edmundo Bal y Rocío Monasterio, que no salió de su discurso repetitivo del odio, la xenofobia y la antipolítica».

Barrera señala que «no es fácil destacar un ganador, pero García y Bal, los más desconocidos, fueron los más brillantes dialécticamente, lo que puede ayudar a Más Madrid frente a UP y PSOE, y a Cs para alcanzar el ansiado 5 %». Como perdedor da a Gabilondo, «por dejarse comer en exceso el terreno y no acertar en ofrecer mensajes coherentes con su zigzagueante campaña». Martínez explica que «puedes ganar un debate y no sacar rédito electoral, y puedes no haber ganado y sumar votos». Otra cosa importante «son las expectativas, cruciales para designar por ejemplo al claro perdedor del debate, Gabilondo». Como ganador señala a Bal.

Isabel Díaz Ayuso

Resistió. Fumanal resalta que «consiguió aguantar la posición, aunque perdió los papeles con Iglesias en el primer bloque, consiguió fijar su mensaje y seguir dando argumentos a su electorado». Martínez opina que fue «de menos a más, equivocada en sus gestos de escucha activa y en la gestión del discurso emocional, no estuvo hábil en las respuestas espontáneas a los ataques de sus adversarios». Sostiene que «cuando eres presidenta, debes llevar mejor manejo de cifras, saberlas y aprenderlas para reforzar la imagen de gestor». «Ha perdido una oportunidad para haber dado una imagen presidencial que la hubiera reforzado, por momentos se veía que está un poco verde en cuanto a lo que denomino cintura dialéctica espontánea», añade.

Martínez no cree que «el debate vaya a darle votos, pero tampoco a quitárselos». Según Barrera, «en la ‘guerra de la pandemia' resistió a duras penas el embate del bloque de izquierdas, pero se sintió mucho más cómoda en la gestión económica». En conclusión, «no cometió errores gruesos, lo que le sirve para seguir manteniendo su posición privilegiada».

Ángel Gabilondo

Incómodo, dio el titular. Martínez afirma que «se le veía atropellado, nervioso y por momentos desencajado, sin acabar de centrar y definir su mensaje; gestionando mal los tiempos y sin agilidad dialéctica para contestar de modo original a sus rivales, tal y como se le presupone a un catedrático de filosofía». «Es muy probable que sus votantes estén incluso decepcionados con la falta del dominio que esperaban de su candidato», estima. Para Fumanal, «no se encuentra cómodo ni en la televisión ni en la confrontación directa». Sin embargo, «su estrategia permitió que el titular del debate fuera suyo, ese cambio de estrategia que le tiende la mano a Iglesias». «Le costó entrar en el debate, comenzó incómodo por el formato y algo errático», asegura Barrera. Pero «se fue rehaciendo hasta mostrarse más desafiante, rotundo y seguro de sí mismo, y recuperar el liderazgo que se presupone en la izquierda a la hora de formar un hipotético Gobierno». 

Mónica García

Aprovechó la ocasión. Fumanal valora que «en el fondo estuvo creíble, porque habla con conocimiento de causa, pero en la comunicación no verbal y paraverbal se le notaba su inexperiencia, se atropellaba, tenía un ritmo demasiado rápido, que no permitía entenderla». Martínez afirma que «tuvo momentos donde logró polarizar mejor con Ayuso, pero le perdió la falta de dominio escénico, nerviosa en todo momento». No cree que «pierda ni gane sustancialmente votos». Barrera señala que «administró bien los tiempos y se mostró propositiva e inquisitiva; por momentos opacó a Gabilondo e Iglesias en cuanto a representar la voz de la izquierda más crítica y creíble a Ayuso; fue la candidata que mejor aprovechó la ocasión para darse a conocer».

Pablo Iglesias

Efectivo. «Intentó adoptar un tono serenamente crispado como látigo de la derecha, cosa que logró en ocasiones», sostiene Barrera. Para Fumanal, «fue efectivo en lo retórico y comunicativo, pero abusó de cifras; supo polarizar con Ayuso, algo que le dio protagonismo». Según Martínez, «no supo generar un relato en torno a las cifras y tampoco aprovechó bien sus preguntas puntuales de ataque a Ayuso». Añade que «le faltó frescura, se le veía muy tenso, pero su preparación y la falta de cintura dialéctica de Gabilondo podrían darle una ligera transferencia de votos de indecisos dentro del bloque de izquierda».

Los expertos consultados  

Santiago Martínez es consultor político, asesor de candidatos en las elecciones presidenciales de Perú y Ecuador.

Carlos Barrera es analista, profesor de la Universidad de Navarra y experto en comunicación electoral

Carmen Lumbierres es profesora de Ciencias Políticas en la UNED

Verónica Fumanal es politóloga y presidenta de la Asociación de Comunicación Política