El golpe de mano de Cs y PSOE en Murcia agita el escenario político

Gonzalo Bareño Canosa
Gonzalo Bareño MADRID / LA VOZ

ESPAÑA

Ayuso llama a las urnas el 4 de mayo, pero la Asamblea de Madrid no se da por disuelta

11 mar 2021 . Actualizado a las 00:23 h.

El giro estratégico de Ciudadanos en la Región de Murcia, coordinado con el PSOE, ha generado un seísmo político cuya reacción en cadena modifica el tablero político en toda España. Murcia cambiará de signo político, Madrid se sume en el caos político y jurídico con unas elecciones convocadas sin que la Asamblea se dé por disuelta, y en Castilla y León se debatirá otra moción de censura que probablemente no prosperará. El golpe de mano de socialistas y naranjas en Murcia al presentar una moción de censura contra el presidente Fernando López Miras cogió completamente desprevenido al PP. La iniciativa dará la presidencia a Ana Martínez Vidal, de Ciudadanos, que gobernará así por primera vez una autonomía. PSOE y Cs presentarán también una moción de censura en el Ayuntamiento de Murcia que, a cambio, dejará la alcaldía en manos del PSOE.

 Dos versiones diferentes

Como reacción, la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, anuncio la convocatoria de elecciones para el próximo 4 de mayo, en un intento de evitar un desenlace similar. Pero PSOE y Más Madrid también registraron una moción de censura en la Comunidad madrileña, que según aseguran fue previa al anuncio de disolución de la Asamblea y que, de contar con el apoyo de Cs, acabaría también al Gobierno de Ayuso. La Mesa de la Asamblea de Madrid no se dio por disuelta y admitió a trámite, con el respaldo de Cs, las mociones de censura del PSOE y de Más Madrid. Una cadena de hechos que deja el futuro de Madrid en manos de la Justicia.

Díaz Ayuso, que destituyó a todos los consejeros de Ciudadanos en Madrid, justificó su decisión de adelantar las elecciones como una forma de impedir que el PSOE y Cs intentaran derrocarla con una moción de censura. Algo que dio por hecho que iba a ocurrir y que, sin embargo, negó el hasta este miércoles vicepresidente de la Comunidad, Ignacio Aguado. «Honestamente, con todo el respeto, creo que ha perdido la cabeza, no encuentro otra explicación», dijo Aguado.

Ayuso alegó que no puede permitir que Madrid «pierda su libertad». Algo que, según dijo, sucedería si la izquierda se hiciera con el Gobierno de la Comunidad, por lo que los madrileños tendrán que elegir en las próximas elecciones entre «libertad o socialismo». Lo cierto es que la ruptura de la coalición en Madrid, la posibilidad de que el PSOE y Más Madrid presentaran una moción de censura, y la hipótesis de un adelanto electoral para impedirlo era algo con lo que se especulaba desde hace tiempo por la mala relación política de Ayuso con Ciudadanos.

 Ciudadanos se divide

Como colofón al terremoto político, el PSOE presentó otra moción de censura contra el presidente de Castilla y León, el popular Alfonso Fernández Mañueco, para evitar que disolviera también las cortes regionales. Cs, que gobierna en coalición con el PP en la Comunidad, no secundó en este caso el criterio de sus compañeros en Murcia y expresó su respaldo a Mañueco, por lo que la moción no saldrá adelante, a pesar de que Unidas Podemos anunció que la apoyará.

De los gobiernos de coalición formados por populares y naranjas, solo se mantiene estable por ahora el de Andalucía, donde el vicepresidente autonómico, Juan Marín, de Cs, que calificó de «ruido» lo ocurrido en otras comunidades, cerró filas con el presidente de la Junta, Juan Manuel Moreno, en una comparecencia conjunta. Y tampoco hay moción de censura a la vista, por ahora, en el Ayuntamiento de Madrid, donde el PP y los liberales gobiernan en coalición con respaldo exterior de Vox. La líder de Cs en el consistorio, Begoña Villacís, garantizó su respaldo al alcalde, José Luis Martínez-Almeida.

El adelanto de las elecciones en Madrid definirá el tablero político del centroderecha en toda España

El movimiento político de Ciudadanos y las reacciones políticas que ha generado definirán el futuro del centroderecha en toda España. La decisión de Díaz Ayuso de convocar elecciones la aboca a conseguir la mayoría absoluta solo con Vox, porque de otra forma no gobernará. Ese escenario de un posible Gobierno del PP con el partido de Santiago Abascal rompe el discurso del líder popular, Pablo Casado, que pretende marcar la máxima distancia política con Vox, que ayer no desaprovechó la ocasión para sacar pecho, tender puentes al PP y tachar de traidor a Cs.

La apuesta de Inés Arrimadas es un arma de doble filo que puede provocar el hundimiento definitivo de su partido. Primero, porque, de no alcanzar el 5 % exigido en Madrid, se quedaría fuera del Parlamento autonómico, lo que sería un mazazo casi irrecuperable. Y segundo, porque si PP y Vox logran la mayoría absoluta Cs quedaría en tierra de nadie. Por el contario, si no hay mayoría absoluta de izquierda ni de derecha, sus previsibles pocos escaños le darían la llave de Madrid. Al contrario que en Cataluña, donde el PSC se vio muy favorecido por el colapso de Cs, en Madrid, con un contexto político muy distinto, serían el PP y Vox los que podría beneficiarse en mayor medida de la sangría de Cs.

Aunque el escenario nacional favorece al PSOE, el órdago de Ayuso al llamar a las urnas ha cogido también desprevenido al PSOE madrileño, con su portavoz, Ángel Gabilondo, en retirada.