Pablo Iglesias aprovecha su llegada al poder para reforzarse en Podemos

Miguel Ángel Alfonso MADRID / COLPISA

ESPAÑA

Echenique, Belarra, Iglesias y Montero, con su hijo en brazos, en una imagen de archivo
Echenique, Belarra, Iglesias y Montero, con su hijo en brazos, en una imagen de archivo Ricardo Rubio | EUROPA PRESS

Adelanta a marzo la asamblea ciudadana y concurrirá para seguir de secretario general

18 ene 2020 . Actualizado a las 05:00 h.

Seis años han pasado desde que Podemos fuera presentado en el Teatro del Barrio del distrito madrileño de Lavapiés hasta que logró «tocar el cielo» y entrar a formar parte de un Gobierno de coalición con el PSOE. Se acaba un camino, el del «sí se puede»; y empieza otro, el de reestructurar la organización y fijar nuevos horizontes. Y si había dudas de si Pablo Iglesias, secretario general de la formación y ahora vicepresidente segundo del Ejecutivo, se iba a echar a un lado para dejar paso a otro líder (o lideresa) en el partido, borró ayer cualquier rumor de un plumazo convocando para el fin de semana del 21 al 22 de marzo a la asamblea ciudadana, la tercera después de Vistalegre I y II, anunciando además que se presentará para ser reelegido en el cargo.

Iglesias ya había mostrado su deseo de que la próxima secretaria general de Podemos fuese una mujer, pero, en el caso de volver a contar con la confianza de las bases, con este movimiento podrá mantenerse al menos dos años más al frente, ya que el código ético de la formación le permite ocupar hasta ocho años cualquier cargo público o interno. Aunque el plazo para convocar una nueva asamblea ciudadana no vencía hasta febrero del 2021, el momento que vive actualmente Podemos es uno de los más dulces de su turbulenta historia. Ya sin oposición interna, excepto la de la coordinadora de Podemos-Andalucía, Teresa Rodríguez, contraria al pacto con el PSOE, el vicepresidente del Gobierno podrá tutelar con comodidad su reelección como secretario general y manejar con firmeza el timón del cambio de rumbo del partido. 

Relevos orgánicos

Uno de los trabajos de albañilería que más urgen en Podemos es tapar las grietas que han dejado muchos de sus primeros espada con su ascenso al Gobierno, empezando por su portavoz parlamentaria, Irene Montero, ahora ministra de Igualdad. Las riendas de su puesto las ha tomado Pablo Echenique, otro histórico de la formación, que ahora deberá manejar al grupo confederal de Unidas Podemos con sumo tacto, en un Congreso en el que se tendrán que coordinar con sus socios del PSOE, mostrando unidad, y enfrentarse a una oposición que ya ha declarado que combatirá políticamente cada postulado de la coalición.

«Tenemos que adaptarnos a esta nueva situación. Deben cambiar las formas, ahora somos parte de un Gobierno y a la vez mancharse junto a las mayorías sociales», explicaba ayer Rafa Mayoral, que ahora asume la portavocía del partido junto a la eurodiputada Idoia Villanueva, en sustitución de Noelia Vera, que la pasada semana ocupó su nuevo cargo como secretaria de Estado de Igualdad a las órdenes de la ministra Montero. En cuanto a la organización de la asamblea ciudadana, la dirección ha optado por no repetir esta vez en el multiusos de Vistalegre.