Casado confirmó que si llega a la Moncloa pondrá «a los separatistas en su sitio» y que parará «una vez más el golpe». Prometió así desempolvar el 155 con «la duración y extensión competencial que otros partidos en el 2017 no quisieron».
En su carrera hacia la presidencia del Gobierno, Casado prometió «moderación, como siempre», pero nunca «sumisión» ante los secesionistas.
Esta idea de moderación fue la defendida por Feijoo a su llegada a la sede nacional del partido. «Cada vez que nos hemos presentado como un partido de centroderecha hemos obtenido un excelente resultado», dijo. El presidente de la Xunta aprecia «una posibilidad muy muy clara de ganar las elecciones», aunque subrayó la importancia de que el voto de centroderecha no se «disperse» entre las distintas formaciones políticas.