Marcos Veiras: «El objetivo de los independentistas es echarnos»

m. l. BARCELONA / E. ESPECIAL

ESPAÑA

MERCEDES LODEIRO

La vida de los policías: aislamiento social, bajo salario, temor a hablar y ni poder colgar la ropa en sitios visibles

02 oct 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

Hace casi ocho años que Marcos Veiras, natural de Ordes, llegó a Barcelona como policía nacional y otros tantos que solicita el traslado a un destino fuera de Cataluña, porque «el ambiente es irrespirable por la presión, el aislamiento social y las agresiones». Compara la situación con Venezuela. «Los Mossos funcionan como la Guardia Nacional Bolivariana, y los CDR, como las asociaciones vecinales en Venezuela».

-¿Qué representó para la policía y la Guardia Civil el 1-O?

-Fue un punto de inflexión, aunque el acoso y la persecución hacia nosotros y nuestras familias venían de antes. Mi pareja se tuvo que salir de un grupo de WhatsApp porque los compañeros no entendían las actuaciones policiales en los colegios. Cargan contra nosotros y no contra quién dio las órdenes del dispositivo.

-¿Qué tipo de acoso sufren?

-Mensajes en nuestros coches, el aislamiento social a nuestras parejas en el campo privado y en los trabajos, y la presión que sufren nuestros hijos. Esto, unido al precario salario, hace que ningún compañero quiera quedarse aquí. El objetivo de los independentistas es echarnos.

-¿Qué le llevó a pedir el traslado?

-El 90 % de los compañeros al año siguiente de llegar a Cataluña solicitan marcharse por el salario y por la persecución que nos hacen los radicales independentistas. Los Mossos y la Guardia Urbana cobran 700 euros más. Los catalanes opositan a esos cuerpos y los de fuera vivimos hacinados porque una habitación cuesta unos 500 euros. Y a esto hay que sumarle el aislamiento social .

-¿Y en ocho años no ha logrado irse?

-En Galicia hay déficit de policías nacionales, pero no se abren plazas. En la última convocatoria hubo siete plazas, y solo una para Santiago. Todos los compañeros tenemos solo en mente regresar a casa. Hay uno que va cada quince días y no hace vida aquí porque es complicado, no estás cómodo. Tienes que tener cuidado adónde vas. Si uno se lía con una chica y se entera de que eres policía nacional acaba mal con ella. Tienes que tener cuidado de lo que hablas en espacios cerrados y abiertos. Esto es la libertad de expresión. Es el síndrome del este, como hubo en el País Vasco el síndrome del norte.

-Pero ¿tanta es la presión?

-Te sacan fotos, te reconocen entrando o saliendo de una comisaría, se las pasan por las redes sociales... No podemos colgar la ropa a secar en sitios visibles.

-Usted organizó la manifestación del sábado pasado.

-Sí, porque aquí el sistema político es independentista y usa a los Mossos y a todas las instituciones, por eso una manifestación de Guardia Civil y Policía Nacional es para ellos una agresión. Nosotros decimos que no hay que entrar en provocaciones, pero denunciaremos a la Generalitat por el mal dispositivo y la vulneración del derecho a la manifestación, pues hasta cambiamos el recorrido de la marcha. Aquí solo se pueden manifestar los independentistas.