Feijoo no quiere ser menos que Torra

Gonzalo Bareño Canosa
Gonzalo Bareño CRÓNICAS DESDE MADRID

ESPAÑA

El líder gallego dejará claro a Sánchez que no permitirá privilegios para Cataluña y el País Vasco a costa de la inversión en Galicia

09 jul 2018 . Actualizado a las 08:08 h.

«Tomar por parvos aos galegos». Eso es lo que, según el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijoo, pretende hacer el Gobierno socialista de Pedro Sánchez, y más concretamente el ministro de Fomento, José Luis Ábalos. La tensión y la desconfianza entre el Gobierno gallego y el de España en torno a las inversiones en infraestructuras es la tónica habitual cuando las Administraciones son de distinto signo político. Pero pocas veces se ha expresado un presidente de la Xunta con tanta rotundidad frente a un Gobierno de Madrid recién estrenado. Antes de reunirse el 17 de julio con Pedro Sánchez en la Moncloa, Feijoo ha querido dejar claro así que, por mucho que el Gobierno de Madrid haya cambiado de color, no está dispuesto a que se pongan en cuestión los compromisos ya adquiridos con Galicia. El mensaje del líder gallego al Ejecutivo es claro. Por más que la llegada al Gobierno de Sánchez se deba al apoyo de los nacionalistas e independentistas, y de que su continuidad en el cargo dependa de las concesiones que realice a las exigencias que estos le hagan, la Xunta estará vigilante para que ni un solo euro de inversión previsto para Galicia se desvíe a Cataluña o al País Vasco.

Las declaraciones del ministro Ábalos, en las que cuestionaba el calendario previsto para la llegada del AVE a Galicia, pusieron ya en guardia a Feijoo. Incluso con Rajoy en el Gobierno, el líder gallego había protestado ya por privilegios otorgado al País Vasco a cambio de su apoyo a los Presupuestos y advertido que no toleraría tampoco que el apaciguamiento de la crisis independentista implicara prebendas económicas para Cataluña a costa de Galicia y el resto de las comunidades. Pero, tras los primeros gestos y declaraciones de Sánchez, Feijoo está convencido de que eso es exactamente lo que pretende hacer el nuevo Gobierno socialista. Y tiene motivos para ello. Mientras desde Fomento se cuestionan los plazos del AVE y el futuro levantamiento del peaje de la AP-9 en Redondela, Sánchez ofrecerá hoy mismo garantías al presidente catalán, Joaquim Torra, sobre un amplio y jugoso catálogo de inversiones en infraestructuras en Cataluña, un compromiso de que serán ejecutadas en su totalidad y también de que en los próximos Presupuestos Cataluña se llevará el 19 % de la inversión total en toda España, cifra que equivale a su aportación al PIB nacional.

Apaciguamiento del furor independentista catalán y del auge del soberanismo vasco a cambio de privilegios económicos para ambas comunidades y apoyo parlamentario a Sánchez de nacionalistas e independentistas como pago de concesiones a sus reclamaciones. Ese es el plan que atisba Feijoo y ante el que tiene pensado plantarse no solo en lo económico, dejando claro en su reunión con el presidente del Gobierno del 17 de julio que, más allá de que el reparto de las inversiones del Estado no puede depender de las necesidades parlamentarias del presidente del Ejecutivo ante la presión independentista, Galicia es una de las tres comunidades históricas, junto a Cataluña y el País Vasco, y merece un respeto y un trato institucional que de momento Sánchez niega a los gallegos.

El vuelco en Madrid coge con el pie cambiado al PSdeG

Aunque el tira y afloja entre Santiago y Madrid es habitual sea cual sea la combinación de color político en cada caso, la inédita situación en toda la etapa democrática de que el Gobierno central haya cambiado de signo político en medio de la legislatura ha cogido con el pie cambiado a los socialistas gallegos, que estaban apretando cada vez más a Feijoo por ser incapaz de lograr que Rajoy cumpliera con las inversiones o con exigencias unánimes del Parlamento gallego, como el traspaso de la AP 9, por ejemplo. Ahora, las tornas han cambiado y el presidente gallego pretende poner en aprietos al PSdeG por el hecho de que un presidente del Gobierno de su partido incumpla lo pactado.

Blanco reivindica que nadie invirtió como él en el AVE

 ¿El que haya un Gobierno socialista en Madrid y uno del PP en Galicia implica necesariamente que las expectativas de inversión o de llegada del AVE se reduzcan para los gallegos? El exministro de Fomento y ex vice secretario general del PSOE José Blanco le asegura a La Voz de Galicia que no. De hecho, según el hoy europarlamentario socialista, «nunca se invirtió tanto en el AVE a Galicia, y sobre todo se ejecutó lo presupuestado», como cuando él estaba al frente de Fomento con Feijoo ya en la Xunta. Puede que no le falte razón, pero el problema es que Ábalos no es gallego, como Blanco, sino valenciano, y sus prioridades parecen ir más por el corredor mediterráneo que por el AVE a Galicia.

El presidente gallego vio claro que el PP iba a ir a la guerra 

La prueba de que Rajoy estaba dispuesto a repetir como candidato del PP es el descontrol con el que se está celebrando el proceso para su sucesión, con un reglamento confuso, pensado para elegir a un líder por aclamación, y no en batalla abierta. Conocedor a fondo de esos estatutos, y de los problemas que podrían generar, tras la moción de censura Feijoo estaba dispuesto a intentarlo solo si era el candidato único de consenso. No se lo negó a La Voz, aunque tampoco lo confirmó, cuando una filtración interesada trató de perjudicarle. Pero cuando Casado se apresuró a presentar su candidatura, entendió que un sector del PP querría ir a una guerra que perjudicará al partido y prefirió quedarse al margen.