El PP acusa al PSOE de estar detrás del interrogatorio judicial a Rajoy

Ramón Gorriarán MADRID / COLPISA

ESPAÑA

CURTO DE LA TORRE | Afp

Sitúa en la órbita socialista a quienes promovieron la citación al jefe del Gobierno

25 jul 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

El PP dio el lunes un nuevo giro a su estrategia de defensa de Mariano Rajoy ante su declaración de este miércoles en el caso Gürtel y denunció que la acusación popular que ha logrado que el presidente del Gobierno testifique en persona es «una organización del PSOE» que actúa «al dictado» de ese partido. Una circunstancia que, sin embargo, no afecta a un Rajoy «más tranquilo que nunca», según dicen en su entorno, y que ha preparado de forma concienzuda su interrogatorio para responder «a todo y a todos».

Hasta ahora, el PP no había puesto énfasis en que la acusación popular del caso Gürtel la ejerce la Asociación de Abogados Demócratas por Europa (Adade), una entidad que los populares sitúan en la órbita del PSOE. El coordinador general del partido cargó este lunes contra esta organización, fundada en octubre de 1987, porque su interrogatorio a Rajoy estará supervisado por los socialistas. «Pregunta el PSOE», resumió Fernando Martínez-Maíllo, porque «sus miembros son del PSOE». El grupo de letrados asociados en Adade son de distintas afiliaciones, aunque su rostro más conocido y presidente de la entidad, Mariano Benítez de Lugo, fue durante dos años alto cargo en el Gobierno de Felipe González, es militante socialista y ha llevado el peso de la acusación popular en el caso Gürtel.

Así como Manos Limpias buscaba réditos económicos en sus discutidas acusaciones populares en otros casos, Adade, según el número tres del PP, tiene «un objetivo político», desprestigiar al presidente del Gobierno. Esta organización de abogados se personó en la causa desde el primer momento de la instrucción en el 2009, y en estos ocho años el PP no había arremetido contra ella con la contundencia que empleó este lunes Maíllo. Pero a 48 horas de la declaración de Rajoy, el coordinador de los populares resaltó esa familiaridad ideológica entre el acusador y el primer partido de la oposición.

El PP no había vinculado al PSOE con el caso Gürtel desde los primeros compases de la investigación. En el 2009, cuando Baltasar Garzón ordenó las primeras detenciones, los populares cargaron las tintas en el Ministerio del Interior, que por entonces dirigía Alfredo Pérez Rubalcaba. Desde que Garzón se inhibió unos meses después y la causa pasó al Tribunal Superior de Madrid, el PP no había vuelto a relacionar a los socialistas con el caso Gürtel.

Preparando la declaración

Mientras su número tres en el partido marcaba el terreno de juego de la declaración, el presidente del Gobierno continuó en la Moncloa en su preparación. Maíllo confirmó que este lunes no presidió, en contra de lo que es habitual, la reunión del comité de dirección del PP por razones «de agenda». Rajoy, afirman en el partido, encara con «tranquilidad» su citación, en la que como testigo ni podrá mentir ni negarse a contestar, y no le causa ninguna inquietud especial ser el primer presidente del Gobierno que debe comparecer ante un tribunal de justicia para hablar de la presunta financiación irregular de su partido.

El PP intenta quitar hierro a esta circunstancia con el argumento de que no es el primer gobernante europeo que debe pasar por ese trance y cita los casos de los franceses Lionel Jospin y Dominique de Villepin, el británico David Cameron, el polaco, hoy presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk, y la presidenta de Chile, Michelle Bachelet. Jospin testificó en noviembre del 2001 por la financiación del Partido Socialista francés; el ex primer ministro Villepin declaró en el caso Clearstream, una trama de listas bancarias falsificadas; Cameron, por unas escuchas ilegales en las que estuvo implicado su exdirector de comunicación; Tusk, por el accidente de avión en el que murió en 2010 el entonces presidente polaco; y Bachelet, por un caso de tráfico de influencias de su hijo.

Maíllo insistió en que aunque la voluntad de Rajoy es colaborar con la Justicia y responder a todas las preguntas, anticipó que «poco puede aportar» porque no tenía «responsabilidad sobre los hechos que se juzgan». Se refería a que el asunto concreto que se enjuicia es la financiación de las campañas del PP en dos municipios de Madrid en el 2003 y su relación con las empresas de Francisco Correa. Pero la realidad es que tanto las acusaciones como el fiscal amplían el interrogatorio a la relación en general del partido con la trama Gürtel.

Otros gobernantes ante los tribunales

  1. Lionel Jospin. Ex primer ministro francés. Testificó sobre la financiación del PSF.
  2. D. Villepin. Ex primer ministro francés. Declaró por una trama de listas bancarias falsas.
  3. David Cameron. Ex primer ministro británico. Por un caso de escuchas ilegales.
  4. Donald Tusk. Ex primer ministro polaco. Por un accidente de aviación

La oposición exige al presidente que mañana diga la verdad al tribunal

Pedro Sánchez prometió que en cuanto recuperara la secretaría general del PSOE exigiría la dimisión de Mariano Rajoy. No lo ha hecho aún, pero estará atento a la declaración del presidente del Gobierno mañana ante la Audiencia Nacional para tomar una decisión. De momento, su exigencia, como la del líder de Ciudadanos, Albert Rivera, es que el jefe del Gobierno diga «la verdad». Algo a lo que, por otra parte, está obligado al declarar como testigo.

Los socialistas defendieron ayer, a través de su secretario de organización, José Luis Ábalos, que el testimonio de Rajoy en el juicio de la primera etapa del caso Gürtel (de 1999 a 2005) no es el de un testigo «colateral», porque en esa época ocurrieron cosas en el PP que a Mariano Rajoy, como secretario general primero y como presidente después, le tuvo que resultar «muy difícil no ver». «Se atribuye que fue quien decidió romper el contrato con Francisco Correa [el cabecilla de la trama] ¿Por qué?, ¿qué observó para hacerlo?», cuestionó.

En términos parecidos, Albert Rivera, remarcó que el jefe del Ejecutivo debe aclarar si conocía la corrupción que había en su partido, si estuvo implicado en ella y si obtuvo un beneficio económico. «Espero que diga la verdad, porque está bajo juramento y es su obligación explicar el grado de conocimiento que tenía de toda esa trama de corrupción en tantas versiones, Gürtel, Púnica, el caso Bárcenas...», dijo.

Tanto el PSOE como Ciudadanos coincidieron además en resaltar que el hecho de que el presidente del Gobierno tenga que comparecer ante los tribunales no es un asunto que únicamente afecte a su partido sino que hace daño al Gobierno y por ende, a todo el país. «Es, en definitiva -resaltó Ábalos- la imagen de España».

Más de 300 periodistas acreditados, 21 de ellos de medios extranjeros

Más de 300 periodistas de numerosos países se han acreditado para seguir la declaración de Mariano Rajoy ante el tribunal del caso Gürtel, lo que da una idea exacta de la expectación creada por la prueba testifical. En concreto, serán 312 periodistas de 83 medios, 21 de ellos extranjeros, de varios países como Francia, Alemania, Rusia, México y Colombia. Lo que ninguno podrá captar es la imagen de Rajoy testificando delante de Bárcenas y Correa, que era uno de los principales quebraderos de cabeza del PP. El tribunal ha permitido que, para salvaguardar la imagen institucional del presidente, este pueda hacer su declaración desde un estrado lateral, no desde el centro de la sala, donde están los acusados.