El precedente de la abrumadora derrota del plan Ibarretxe

G. B. MADRID / LA VOZ

ESPAÑA

David Aguilar | EFE

El desafío lanzado por el Gobierno a la Generalitat remite al ejemplo vasco, frenado en el congreso en el 2005

20 may 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

El desafío lanzado por el Gobierno a la Generalitat remite al precedente del plan Ibarretxe, frenado en seco en el Congreso en el 2005. Lo cierto es que existen amplias diferencias entre lo que defiende ahora el Parlamento catalán y lo que planteaba la Cámara vasca, pero existen también semejanzas entre ambos procesos. Lo que sostenía el PNV con apoyo de los partidos nacionalistas vascos era una reforma integral del Estatuto de Autonomía del País Vasco. Algo que, al menos en apariencia, seguía la senda constitucional para reclamar la soberanía y el derecho a decidir, mientras que la propuesta catalana plantea de inicio una ruptura con la Constitución. El Gobierno de Aznar trató de impedir que el plan Ibarretxe llegara siquiera al Congreso, planteando un recurso de inconstitucionalidad contra su entrada en la Cámara vasca. El Constitucional tumbó ese recurso, lo que permitió a Ibarretxe aprobar su proyecto en Vitoria en el 2004 y plantarse en Madrid para defender su toma en consideración por el Congreso en el 2005. Fue un debate de casi ocho horas desarrollado en términos muy correctos. Ibarretxe defendió su plan durante 30 minutos en un ambiente tenso, pero de gran respeto. «Vengo a ofrecer la mano tendida de la sociedad vasca para negociar un nuevo marco de convivencia. No desaprovechen esa oportunidad dando un portazo», afirmó. Solo los partidos nacionalistas le aplaudieron. El entonces presidente del Gobierno José Luis Rodríguez Zapatero le contestó que «si vivimos juntos, juntos tenemos que decidir». Rajoy, más duro, definió lo que presentaba como un «pacto político entre Euskadi y España basado en la libre asociación». La derrota final de Ibarretxe fue abrumadora. Hubo 313 votos en contra de admitir a trámite la iniciativa, dos abstenciones y solo 29 a favor (PNV, CiU, ERC, BNG, EA y NB). Ibarretxe regresó a Vitoria, disolvió el Parlamento Vasco y convocó elecciones. Volvió a ganar. Intentó convocar una consulta. El Constitucional se lo impidió y él lo aceptó. Ahí murió su plan. En el 2009 ganó de nuevo, pero no pudo formar Gobierno y dimitió. Ese es el escenario al que quiere conducir el Gobierno a Puigdemont. Pero, precisamente por conocer el final de ese camino, nunca lo recorrerá.