El PSOE también se rompió en la calle

Enrique Clemente Navarro
enrique clemente MADRID / LA VOZ

ESPAÑA

V Televisión

«Quieren echar a Pedro sin contar con la militancia», afirma una joven gallega que viajó desde Fene con sus padres

02 oct 2016 . Actualizado a las 09:18 h.

La tensión fue máxima en Ferraz. Más de un centenar de personas acudieron a primera hora de la mañana para respaldar a Pedro Sánchez, a pesar de que la ejecutiva en funciones había pedido que no fuera nadie para evitar incidentes. «¡No es no!», «¡Pedro sí, Susana no!», «¡no a golpistas en las filas socialistas!», fueron los gritos más coreados. Unos cuantos profirieron insultos a todo aquel al que identificaban como crítico. La policía tuvo que proteger a los miembros del comité federal que salían a la calle en los recesos de la reunión, ante el hostigamiento que sufrieron algunos, como el aragonés Simón Casas.

Madina, increpado

Uno de los primeros en llegar, el expresidente de Castilla-La Mancha, José María Barreda, fue recibido con gritos de «¡golpista!», «¡traidor!» y «¡fascista!». La escena se repitió cuando aparecieron otros barones, como el extremeño Guillermo Fernández Vara, y el aragonés Javier Lambán, y otros opositores a Sánchez. Se pudieron oír también gritos de «¡tejeros!», en referencia al teniente coronel que entró en el Congreso el 23F.

El diputado Eduardo Madina, que perdió las primarias contra Sánchez y sufrió un atentado terrorista, también fue increpado. «¡Te voté, pero ya no lo vuelvo a hacer!», gritaba una mujer fuera de sí. «Para mí, el que más culpa tiene es este señor que antes llevaba la chaqueta de pana y ahora lleva un traje de seda», aseguró un veterano militante que portaba una pancarta con la fotografía de Felipe González.

Incluso algunos partidarios de Sánchez, como la presidenta balear, Francina Armengol, o la diputada catalana Maritxell Batet, recibieron las iras de los manifestantes que no sabían en qué bando ubicarlos. El que fue agraciado con los aplausos de los concentrados fue el secretario general del PSC, Miquel Iceta, uno de los dirigentes que más se ha significado en el respaldo a Sánchez.

En las pancartas que portaban los reunidos podían leerse lemas como «Los barones del PSOE son la mafia», «Felipe [González] chivato y golpista» y «no a Rajoy». A Ferraz también acudieron para participar en la protesta votantes de Podemos y de Izquierda Unida, que reclamaban la unidad de la izquierda. Dirigentes del PSOE de Castilla-La Mancha reconocieron incluso a un exalcalde del PP de un pueblo de la comunidad.

Evitar el cambio de timón

A las ocho de la mañana ya estaban en la sede de Ferraz. La familia Loira Fontela llegó el viernes desde Fene, donde residen, para mostrar su respaldo a Sánchez. La dimisión de los 17 miembros de la ejecutiva para derribar al secretario general les motivó para viajar a Madrid, a donde llegaron en su propio coche. La madre, el padre y su hija, afiliados al PSdeG, llevaban camisetas blancas con un fondo rojo y la frase «yo con Pedro» por delante y «no es no» en la espalda. «Estoy aquí para apoyar a Pedro Sánchez, que es el secretario general al que los militantes hemos elegido en primarias, nadie nos ha preguntado todavía si queremos revalidarlo o no y lo quieren echar sin contar con la militancia», denuncia la hija, Aida. Rechaza los insultos contra los críticos: «Los gritos de apoyo a Pedro están bien, aunque los de golpistas y fascistas no los comparto, pero la gente se calienta».

Su madre, Mar Fontela, archivera municipal en Fene, rechaza el «golpe de mano» de los críticos, a los que acusa de no haber respetado la legalidad. «Hemos venido para apoyar a Pedro, que lo está haciendo francamente bien, y evitar el cambio brusco de timón en contra de la militancia», explica su pareja, Antonio Loira. «Diecisiete personas no pueden valer más que los votos de miles de militantes», añade. En su opinión, «Susana Díaz quiere conseguir algo que democráticamente no puede, si quiere que se presente a unas primarias con Pedro y ni siquiera en Andalucía ganaría», concluye.