España afronta el 2016 con el reto de formar Gobierno

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ESPAÑA

PIERRE-PHILIPPE MARCOU | AFP

La posibilidad de unas nuevas elecciones generales para este año sigue en el aire

01 ene 2016 . Actualizado a las 10:32 h.

España ha dicho adiós a 2015 ante el escenario político más incierto en más de tres décadas: con el país al borde de la ingobernabilidad y ante la posibilidad de unas nuevas elecciones generales en este 2016.

En las celebradas el 20 de diciembre, ninguna fuerza política obtuvo un resultado que le permita gobernar sin apoyos. Tampoco la más votada, el Partido Popular (PP) de Mariano Rajoy, que quedó lejos de la mayoría absoluta que disfrutó en los últimos cuatro años.

España dejó atrás un año histórico en el que dos nuevos partidos irrumpieron con fuerza en las instituciones y rompieron el sistema bipartidista imperante en el país: Podemos, por la izquierda, y Ciudadanos, por el centro-derecha.

Ambas se repartieron el 20 de diciembre la «tarta electoral» con las dos formaciones que se alternaron en el poder desde los años 80: el PP y el Partido Socialista (PSOE). Ahora, las negociaciones para formar Gobierno están estancadas.

De nada sirvió de momento que Rajoy recibiera en La Moncloa a los principales líderes políticos del país. En su última rueda de prensa del año, el jefe del Gobierno en funciones apeló a la responsabilidad y propuso un gran pacto a tres con el PSOE y con Ciudadanos, los dos partidos que, a su juicio, comparten los valores constitucionales.

El PSOE, sumido en una crisis de liderazgo tras el 20 de diciembre, rechazó la propuesta. Ciudadanos, por su parte, se comprometió a dejar gobernar a Rajoy solo si se garantiza el arranque de la legislatura, es decir, si los socialistas también lo hacen.

La cuarta pieza de este rompecabezas es Podemos, el partido heredero del movimiento de los indignados que en menos de dos años de vida se convirtió en la tercera fuerza del Parlamento español. Una de sus líneas rojas es la convocatoria de un referéndum en Cataluña sobre la independencia de la región, algo que no acepta el resto de fuerzas.

Problemas de pactos

Si Rajoy no consigue los apoyos necesarios para gobernar, el PSOE -segunda fuerza en las elecciones- podría intentarlo con el apoyo de Podemos -tercera-. Pero esta opción parece cada vez menos probable a tenor del rechazo que provoca el referéndum catalán entre algunos de los dirigentes regionales más fuertes del PSOE.

«La unidad de España y la igualdad de los españoles, vivan donde vivan, son pilares irrenunciables de nuestra convivencia», dijo el miércoles en su mensaje institucional de fin de año Susana Díaz, presidenta del Gobierno regional de Andalucía (sur), tradicional bastión de los socialistas en España.

Cataluña es precisamente una de las claves del embrollo postelectoral español a raíz del desafío independentista impulsado allí por el ahora jefe del Ejecutivo catalán en funciones, Artur Mas.

La región, de 7,5 millones de habitantes, celebró el 27 de septiembre unas elecciones convertidas en un plebiscito sobre la independencia. Poco después, el 9 de noviembre, el Parlamento regional aprobó una resolución para dar inicio formal al proceso secesionista, a expensas ahora de que se forme Gobierno en la región.

Para ello, Artur Mas necesita el apoyo de un partido anticapitalista, la CUP, que rechaza los recortes perpetrados por su Gobierno y los casos de corrupción que salpican a su partido. Tras tres meses de negociaciones y a punto de expirar el plazo, la formación decidirá este domingo si apoya a Mas o aboca a Cataluña a nuevas elecciones.

«En Cataluña y en España se han abierto escenarios políticos de una enorme complejidad. Escenarios que obligan a dialogar, a negociar y a pactar», dijo el miércoles Artur Mas en su discurso navideño ante los catalanes, en el que presionó a la CUP para que le dé su apoyo.

Situación económica

El 2016 arranca con retos importantes en España. La situación política en el país, inédita en casi 40 años de democracia, puede influir en el desarrollo de la economía tras una dura crisis que golpeó a muchas familias y dejó la tasa de desempleo entre las más altas de Europa.

La recuperación económica ha sido precisamente uno de los argumentos de Rajoy en la campaña electoral y sigue recurriendo ahora a ella para tratar de formar «un Gobierno estable». Esta semana anunció que la previsión del crecimiento de la economía en 2015 es del 3,2 por ciento, pero el empleo sigue siendo una asignatura pendiente, con más de un 21 por ciento de la población activa sin trabajo.