Los independentistas de la CUP acusan a Artur Mas de haber chantajeado a las asociaciones civiles, lo que estas niegan
19 ago 2015 . Actualizado a las 05:00 h.En el seno de la lista independentista, integrada por Convergència, Esquerra y miembros de la sociedad civil, se está librando una batalla interna por el diseño del futuro Gobierno catalán. El acuerdo tácito entre CDC y ERC señala que la presidencia de la Generalitat será para Mas y la presidencia de la Cámara catalana para los republicanos, en tanto que los convergentes tendrán siete consejerías y ERC cinco. Se ha especulado con que Oriol Junqueras podría ser el vicepresidente del Gobierno catalán o incluso el presidente del Parlamento autonómico, un papel que en la próxima legislatura se antoja clave pues la declaración de independencia partiría del hemiciclo catalán.
Los que desde la Asamblea Nacional Catalana (ANC) definen en privado como «errores» de Romeva, por generar dudas sobre el presidenciable, responderían a los movimientos soterrados que se están produciendo en la lista de Artur Mas. El acuerdo no está cerrado y el tiempo se les echa encima.
«El anticristo»
La batalla es interna en la coalición independentista y lo es también dentro del movimiento secesionista. El candidato de la CUP, Antonio Baños, cargó ayer contra la lista de Mas y de paso arrojó algo de luz sobre lo que se está cociendo en su seno. «CDC se presenta desde una segunda línea, amparada por muchos nombres de la sociedad civil (Guardiola, Llach...) para que la gente piense que es la sociedad civil quien gobierna la lista, aunque es Convergència», denunció Baños, cuyo partido participó en las negociaciones aunque al final decidió no sumarse a la candidatura soberanista. A juicio del aspirante de la formación independentista radical, Mas tenía «urgencia» en elaborar una lista unitaria (con ERC, la ANC y Ómnium), con el único propósito de esconder su partido, carcomido por la corrupción, bajo el paraguas de una lista civil.
Por ello, reclamó a Romeva que explique qué papel tendrá en la lista, más allá de ir de número uno, y si será un mero hombre de paja. Para Baños, la lista del presidente de la Generalitat es un «fraude», pues Mas «chantajeó» a la ANC y Ómnium con no convocar las elecciones si no se unían a su candidatura. Las dos plataformas de la sociedad civil negaron este extremo, pero si algo se desprende de las críticas de la CUP es que la lista de Mas ni es tan de la gente como se pinta, ni tan horizontal, ni tan transversal y que está utilizando personalidades relevantes de la sociedad civil como reclamo, pero que quienes llevan las riendas son Mas y Convergència.
A juzgar por las palabras de Joan Tardà, en Esquerra tampoco están para tirar cohetes con Mas. El diputado republicano recurrió a la ironía, pero el dardo era envenenado. «Joan, ¿habéis decidido ya quién será vuestro candidato a la Generalitat?», le preguntó Rafael Hernando (PP) en los pasillos del Congreso. «El anticristo», replicó el independentista para salir al paso de un asunto, el de las dudas sobre el presidenciable, que está sirviendo de munición electoral contra la lista del presidente catalán. Josep Antoni Duran Lleida (Unió) acusó a Junts pel Sí de escudarse en la independencia para no precisar quién será su presidente ni su proyecto.