El líder del PP evita nombrar al presidente de la diputación valenciana Alfonso Rus. Agradeció al presidente regional Alberto Fabra el que haya tomado «decisiones difíciles»
06 may 2015 . Actualizado a las 05:00 h.El caso de Alfonso Rus no solo ha dejado noqueado a un PP valenciano que se enfrentaba al difícil reto de sortear en estas elecciones la herencia del caso Gürtel, sino que ha complicado también el discurso anticorrupción de Mariano Rajoy. El líder del PP sabía que se esperaba con expectación una declaración suya sobre el presidente de la Diputación Valenciana. Pero durante su discurso no hizo una sola referencia a Rus, que sigue siendo también alcalde de Játiva y candidato del PP a la reelección. «A veces ha cometido errores», es lo más que llegó a conceder Rajoy en una tierra en la que el expresidente de la Comunidad, Francisco Camps, tuvo que dimitir por sus vínculos con la trama Gürtel. «Somos el único partido que comete errores en España, pero bueno, somos como somos», añadió con sorna, para tratar luego de levantar los ánimos de una militancia valenciana en horas bajas. «Somos el partido que cuando las cosas están difíciles se arremanga, toma decisiones y es capaz de darle la vuelta a la situación», afirmó el líder del PP, que agradeció al presidente regional Alberto Fabra el que haya tomado «decisiones difíciles».
Rajoy quiso demostrar su cercanía con la alcaldesa de Valencia, Rita Barberá, tocada también por la difusión de los elevados gastos cargados en hoteles y restaurantes a la cuenta de representación cargados durante su etapa de Gobierno. Barberá, al contrario que Fabra, que tampoco se refirió ni siquiera indirectamente a los casos de corrupción que han afectado al Partido Popular, presumió de que su partido «ha sabido regenerarse» en Valencia.
Pero, pese a no querer nombrarlo, Rajoy se tendrá que enfrentar al caso Rus porque el PSOE defenderá el próximo martes en el Congreso una moción sobre incompatibilidades de cargos públicos en la que planteará que el Parlamento condene la actitud del presidente de la Diputación valenciana, que se niega a abandonar sus cargos, y que será apoyada probablemente por todos los grupos de la cámara. Ayer, el portavoz socialista en el Congreso, Antonio Hernando, tachó ese comportamiento de «casi pornográfico».