El silencio de Rajoy tensiona al PP

Gonzalo Bareño Canosa
Gonzalo Bareño MADRID / LA VOZ

ESPAÑA

Carlos Iglesias | EFE

Aguirre rompe su mutismo y respalda la candidatura de Ignacio González a la Comunidad de Madrid, pero Cospedal valora ya en pasado su gestión

05 mar 2015 . Actualizado a las 09:11 h.

A dos meses y medio de las elecciones autonómicas, Mariano Rajoy sigue sin dar pistas sobre quién será el candidato del PP en la Comunidad de Madrid. Y esa estrategia empieza a pasar factura al partido, obligado a sostener un prudente doble lenguaje en torno a las posibilidades del actual presidente madrileño, Ignacio González, al que en privado se considera ya políticamente desahuciado tras la polémica compra de un apartamento en Estepona (Málaga) y el cruce de acusaciones de chantaje que mantiene con un comisario de policía. Mientras la secretaria general del PP, María Dolores de Cospedal, hizo ayer un juego de equilibrio para no respaldar a González pero tampoco dañar sus posibilidades, la presidenta del PP de Madrid, Esperanza Aguirre, rompió el silencio que mantenía en los últimos días, -que muchos achacaban a su deseo de no perjudicar sus propias posibilidades de ser candidata a la alcaldía de la capital- para respaldar nítidamente la opción de quien fue su número dos.

«Su historial es intachable»

«Hay pocos políticos que hayan demostrado con documentos todo su patrimonio», señaló Aguirre en relación a las explicaciones ofrecidas por González sobre la compra de su apartamento frente a las «insinuaciones» publicadas en los medios. La presidenta del PP madrileño, que parece ligar ya sus posibilidades a las del propio González, añadió que su sustituto en la presidencia de la Comunidad tiene todo su apoyo «para ser candidato porque su historial es intachable y ha sido un presidente magnífico».

Mucho menos rotunda se mostró sin embargo la secretaria general del PP, María Dolores de Cospedal, quien señaló que las denuncias cruzadas entre Ignacio González y el comisario de policía José Manuel Villarejo «no tienen por qué influir ni para bien ni para mal» en la decisión sobre la candidatura. Aunque alabó la capacidad política del mandatario madrileño, lo hizo en pasado, asegurando que «ha gestionado muy bien» la Comunidad en un momento muy difícil. La número dos del PP precisó que «no está decidido» si González será o no el candidato y rechazó que las informaciones sobre las presuntas irregularidades en la compra del apartamento se deban a «fuego amigo» procedente del PP. En todo caso, señaló que lo que se publica sobre este tema «siempre es lo mismo».

Aunque dirigentes populares dan por hecho en privado que González no será el cabeza de cartel, la falta de señales de Rajoy, dispuesto a retrasar su decisión hasta el último minuto, ha elevado la tensión incluso entre los detractores del presidente madrileño, que creen que es necesario despejar cuanto antes una incógnita que está dañando al partido. La incertidumbre creada por Rajoy impide además a los populares rentabilizar la crisis abierta en el PSOE e IU, que se saldó con la defenestración de los candidatos respaldados por la militancia.

González se apoya a sí mismo

Pero también González está empezando a perder los nervios, sabedor de que lo que espera Rajoy es que dé un paso atrás sin tener que desautorizarlo públicamente. El presidente madrileño es consciente de que cada día que pasa sin que se confirme su candidatura merma su crédito político. Y por eso ayer intentó forzar la máquina difundiendo un comunicado del PP de Madrid, del que es secretario general, expresándole su respaldo «incondicional».

«He recibido montones de apoyos de mis compañeros del PP», dijo González. En ese ambiente enrarecido, en el PP se disparan las especulaciones en torno a quién pueda ser finalmente el candidato elegido por Rajoy. Cobra fuerza la opción de la actual delegada del Gobierno en Madrid, Cristina Cifuentes, de la que en un principio se habló para la alcaldía, y que ayer mismo se mostró dispuesta a aceptar cualquier propuesta que se le haga.

Pero, ante la posibilidad de que los populares pierdan la presidencia de una comunidad emblemática como Madrid, surgen de nuevo las voces que apuestan por el desembarco como candidata de la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría. Una operación muy improbable, porque implicaría para Rajoy un grave riesgo de debilitar su Gobierno en un momento crucial de la legislatura y a pocos meses de las generales.