Toda la oposición, insatisfecha con las explicaciones de Rajoy

T. Novoa REDACCIÓN / LA VOZ

ESPAÑA

Pedro Sánchez reclama al presidente una reunión con él y Artur Mas para negociar una reforma de la Constitución

13 nov 2014 . Actualizado a las 05:00 h.

Mariano Rajoy compareció por primera vez ante la opinión pública tres días después para dar respuesta al desafío de los soberanistas catalanes, pero sus explicaciones no convencieron prácticamente a nadie. Unos lo acusaron de inmovilista, porque esperaban algún tipo de iniciativa política del Gobierno, y otros de que es tan responsable como Artur Mas de una consulta que no debería haber permitido. El líder de los socialistas, Pedro Sánchez, fue un paso más allá de las críticas e instó al jefe del Ejecutivo a convocar cuanto antes un encuentro a tres bandas entre ellos dos más el presidente de la Generalitat para tratar de encontrar una vía de solución al problema.

«Si hubiese sido presidente, en lugar de quejarme, reprochando al de enfrente un cruce de monólogos estéril, estaría ahora mismo llamando al líder de la oposición y al presidente Artur Mas para abrir un proceso de diálogo y de reforma de la Constitución», fue la réplica de Sánchez a la rueda de prensa de Rajoy. El líder socialista insiste en su tesis federalista, en un intento de encontrar una tercera vía entre el PP y Convergència. Una opción que el presidente del Gobierno intentó poner en evidencia en su comparecencia al retar públicamente a Sánchez a que concrete qué quiere cambiar de la Constitución y en qué línea. La postura de Rajoy es que no se da el consenso político necesario para abordar esa reforma, no tanto porque no haya acuerdo entre PP y PSOE, como porque los nacionalistas no están por la labor. «¡Con qué Constitución puede dar satisfacción a quien pretende romper la unidad del país?», fue la pregunta que el portavoz parlamentario popular hizo a Sánchez.

Más allá de la disputa de populares y socialistas sobre la reforma de la Constitución, las explicaciones de Rajoy no satisficieron prácticamente a nadie. Los partidos catalanes favorables a la consulta argumentaron que el portazo del presidente es una demostración de que no pueden esperar nada del Gobierno y que, en consecuencia, seguirán adelante con el proceso de manera unilateral. El líder de Unió Democrática, Josep Antoni Duran, instó a Rajoy a ofrecer una propuesta alternativa para negociarla con Artur Mas y someterla posteriormente a una consulta en Cataluña.

Otra línea de críticas al presidente proviene de UPyD y de Ciutadans, que lo acusaron de ser tan responsable como Artur Mas por no haber impedido, como había prometido, que se celebrara el simulacro de consulta. «Tenemos un problema con el presidente del Gobierno, que se resume fácilmente: dice al Tribunal Constitucional que actúe, el Constitucional hace lo que está en su manos, que es suspenderlo, y luego el Gobierno no hace nada, lo que es un ejercicio de desacato», resumió Rosa Díez su posición. Por su parte, Albert Rivera, líder de Ciutadans, dijo que se siente «desamparado» como catalán por lo que consideró inacción del Gobierno. Y criticó a Rajoy que haya tardado tres días en responder para «sacar pecho» por no hacer nada.