Una confrontación en clave electoral

Enrique Clemente Navarro
enrique clemente MADRID / A VOZ

ESPAÑA

Tanto Rajoy como Rubalcaba buscaron agrupar las filas propias ante el 25-M

27 feb 2014 . Actualizado a las 07:00 h.

El debate del estado de la nación se podría leer como el primer mitin de la precampaña de las elecciones europeas del 25 de mayo. Mariano Rajoy desplegó un discurso triunfalista basado en algunos datos económicos indiscutiblemente positivos, como son el final de la recesión, con expectativas de crecimiento del 1 % para este año, la caída en picado de la prima de riesgo o la mejora de la calificación de la agencia de calificación Moody?s. Pero a su lado, se pueden situar otros, como hizo la oposición, que van en sentido contrario, por encima de todos la persistencia de una inasumible tasa de de paro del 26 %, pero también el récord histórico de deuda pública, en el 94 % del PIB.

Conscientemente, el presidente eliminó temas polémicos como la reforma del aborto, que causa divisiones en su propio partido, la muerte de los 15 inmigrantes de Ceuta, los recortes o, este ya es un clásico, el caso Bárcenas. Al mismo tiempo se mostró inflexible ante el desafío soberanista de Artur Mas o la gestión del final de ETA. Ayer dejó claro que ni va a acercar presos ni a cambiar la Constitución para contentar a los nacionalistas vascos y catalanes. Dos mensajes nítidos dirigidos a los sectores conservadores que apoyaron al PP en el 2011 y que ahora están descontentos y podrían irse a Vox.

Rajoy, sin candidato

Rajoy debe decidir quién será su candidato para las europeas. Aunque ayer dijo que aún no lo había pensado, es muy importante porque podría conllevar una crisis de Gobierno.

Enfrente, Rubalcaba y el resto de la Cámara dibujaron un estado de la nación totalmente opuesto. El líder socialista mejoró sensiblemente respecto a anteriores cara a cara con un Rajoy que parece tenerle tomada la medida. Estuvo más duro e incisivo, pero la losa del pasado le pesa demasiado. Aunque salió vivo. Fundamentalmente habló para lo suyos y también en clave electoralista. Sabe que se juega el todo o nada el 25 de mayo y que su única posibilidad de ser candidato a la Moncloa pasa por una victoria. Eso le haría plantearse competir en unas primarias en las que parte ahora mismo en clara desventaja ante sus potenciales rivales.

Por su parte, IU y UPyD concitaron más expectación que en anteriores debates, debido a su ascenso en todas las encuestas. Saben que el bipartidismo está tocado y tanto Cayo Lara como Rosa Díez apretaron el acelerador con intervenciones durísimas contra Rajoy y marcaron distancias con los socialistas.