Así es el plan del Gobierno para frenar a Artur Mas

Gonzalo Bareño Canosa
Gonzalo Bareño MADRID / LA VOZ

ESPAÑA

La estrategia de Rajoy incluye una labor pedagógica, pero también acciones jurídicas, penales y diplomáticas

26 ene 2014 . Actualizado a las 07:00 h.

¿Tiene usted un plan para frenar la consulta por la independencia de Cataluña? El escueto «sí» con el que Mariano Rajoy respondió a esta pregunta marca un antes y un después en su posición frente al desafío de Artur Mas. Por primera vez, Rajoy reconoce que tiene ya diseñado un programa de actuación ante una crisis que podría tener gravísimas consecuencias. El plan va más allá del proyecto de pedagogía que el presidente ha iniciado este fin de semana en Cataluña. Incluye decisiones jurídicas, informes económicos y un intenso trabajo diplomático. Estas son las claves del plan.

Informes ministeriales

Inviabilidad de la independencia. Rajoy ha dado categoría de problema de Estado al desafío de Artur Mas y ha encargado a prácticamente todos los ministros la elaboración de informes en los que, más allá de la inviabilidad constitucional de la independencia, se demuestre su inviabilidad económica. El Gobierno dispone ya, por ejemplo, de papeles que certifican que Cataluña no podría sostener un sistema de pensiones propio ni pagar el desempleo. Dos tercios de las pensiones de Cataluña se pagan con cargo a la caja común. Este plan se completará con la divulgación en marzo de las «cuentas públicas regionalizadas». Un intento de demostrar que el gasto de la Generalitat está más orientado a la independencia que a la ayuda social.

FRENTE JURÍDICO

Papel del Constitucional. Rajoy se resiste a adelantar su plan y asegura que actuará en función de los pasos que dé la Generalitat. Pero eso no quiere decir que no tenga ya previstas sus respuestas. De entrada, piensa dejar las primeras decisiones en manos del Tribunal Constitucional para cargarse de razones. El primer objetivo es dejar sin efecto cualquier medida que tome el Gobierno catalán que tenga efectos políticos o jurídicos, como por ejemplo la convocatoria oficial del referendo. Los recursos supondrían la suspensión cautelar de cualquier medida, a la espera de la sentencia, lo que implicaría un largo proceso antes de verse forzado a decisiones irrevocables.

Acciones penales

Acusación de desobediencia. Si Artur Mas desoyese al Constitucional y siguiese adelante con el referendo, antes de aplicar el artículo 155 de la Constitución que le permitiría tomar el control de la Generalitat ante una decisión que «atente gravemente al interés general de España», el Gobierno optaría por recurrir a los artículos 404 y 410 del Código Penal, acusando a Mas de los delitos de desobediencia y prevaricación, que conllevan su inhabilitación. El paso siguiente sería la acusación de usurpación de atribuciones, aún más grave y castigada con pena de prisión.

Control de la Generalitat

Artículo 155 de la Constitución. Rajoy está convencido de que Mas disolverá el Parlamento catalán cuando se prohíba el referendo y convocará unas elecciones plebiscitarias. El peor escenario para el Gobierno después de esos comicios es que un nuevo Parlamento de amplia mayoría soberanista declare unilateralmente la independencia de Cataluña. La declaración se recurriría al Constitucional, que la consideraría nula. Cualquier movimiento posterior de desacato a esa resolución implicaría aplicar el artículo 155 de la Constitución, que faculta al Gobierno para «obligar» a cualquier comunidad «al cumplimiento forzoso» de sus obligaciones.

Frente diplomático

Moragas, figura clave. Pese a reiterar que se trata de un asunto interno y acusar a Mas de tratar de internacionalizar su desafío, Rajoy ha desplegado una intensa pero discreta labor diplomática. El hombre clave en este frente es su jefe de gabinete, Jorge Moragas. Su excelente relación con el británico David Cameron ha servido para que el Gobierno de Londres rechace cualquier comparación entre el caso escocés y el catalán. En la copa de Navidad que ofreció Rajoy, Moragas presumió ante un grupo de medios, incluida La Voz, de que el Gobierno británico tachara de «bizarre» ("raro", "estrafalario") el referendo catalán. El hombre de confianza de Rajoy se ha movido mucho también en la reciente visita de Rajoy a la Casa Blanca. Moragas ha sido el puente de Rajoy con los medios catalanes y con el líder del PSC Pere Navarro, que acabó apeándose del barco soberanista que capitanea Artur Mas.