Malmström explica que el Gobierno español no notificó a la Comisión la reinstalación de alambradas de cuchillas en la valla de Melilla ya que los Estados miembros no tienen obligación de informar a Bruselas sobre la infraestructura en sus fronteras exteriores. Por esta razón, el Ejecutivo comunitario no puede confirmar ni desmentir el uso de cuchillas por parte de otros países en sus fronteras exteriores. «Toda medida de vigilancia fronteriza ha de ser proporcional a los objetivos perseguidos y debe respetar los derechos fundamentales y el principio de no devolución», apunta la responsable de Interior.