Rajoy responde a Rubalcaba que no tocará la Constitución para aplacar a Mas

Enrique Clemente Navarro
enrique clemente MADRID / LA VOZ

ESPAÑA

El presidente y el líder del PSOE mantienen conversaciones sobre Cataluña

26 oct 2013 . Actualizado a las 07:00 h.

Mariano Rajoy y Alfredo Pérez Rubalcaba comparten la preocupación por la deriva de la situación en Cataluña, hablan a fondo sobre el tema y se reunieron este mismo mes en secreto para abordarlo, aunque el líder socialista había dado por rotas sus relaciones al considerar que el presidente mintió en su comparecencia del 1 de agosto sobre el caso Bárcenas.

Hasta ahí la coincidencia en el diagnóstico, pero discrepan en la solución. El presidente del Gobierno rechazó ayer, durante una rueda de prensa que dio en Bruselas, reformar la Constitución para introducir un sistema federal, la propuesta que el secretario general de los socialistas había trasladado a Artur Mas a cambio de que renuncie a la consulta independentista. Señaló que para tocar la Carta Magna debe haber un «consenso suficiente y un objetivo claro y determinado», que en este momento no existen. «No se están planteando temas constitucionales, sino la soberanía nacional», señaló. No quiso opinar sobre el modelo federal que propone el PSOE, porque dijo que lo desconoce, pero dijo que lo que se plantea es un desafío soberanista y no un debate jurídico-constitucional. «Yo creo en la existencia de la nación española, que es la nación más vieja de Europa, creo que a todos nos ha ido muy bien y creo que Cataluña es una parte importantísima y sustancial de esa nación española», dijo.

Conversaciones

Rajoy reveló que ha hablado «en bastantes ocasiones» con Rubalcaba para afrontar el tema catalán, la última «hace muy pocas fechas», y ambos coinciden en «los temas esenciales», ya que ninguno quiere romper un principio básico de la Constitución, que es la soberanía nacional. El líder socialista había dicho en su comparecencia tras reunirse con Artur Mas que había hablado recientemente con el jefe del Ejecutivo y que volverán a reunirse en breve.

Rubalcaba explicó su plan al presidente de la Generalitat en Barcelona, acompañado del primer secretario del PSC, Pere Navarro, que consiste en cambiar la Constitución para buscar un encaje que tenga en cuenta la singularidad de Cataluña, que se sometería a referendo de todos los españoles, y un nuevo estatuto de autonomía, que concretaría la reforma constitucional, sobre el que se pronunciarían los catalanes.

Subrayó que «cuando hay dificultades, como las hay entre Cataluña y el resto de España, los que queremos seguir viviendo juntos tenemos la obligación de sentarnos, analizar lo que nos pasa, buscar soluciones y a continuación, votarlas». Y añadió: «O votar para romper, o votar un proyecto. Nosotros queremos votar un proyecto para seguir juntos y queremos hablar a fondo de este proyecto». Afirmó que se trata de «una oferta política seria y profunda que nos permitiría resolver la situación por la que atravesamos».

Pero Rubalcaba pudo comprobar de primer a mano que Mas no está dispuesto ni mucho menos a dar marcha atrás y sigue firmemente convencido en celebrar la consulta soberanista el año que viene.

Consenso en el diagnóstico

El presidente catalán dejó claro poco después que rechazaba la propuesta y que el referendo no será moneda de cambio. Mas calificó de «error inmenso» utilizar el marco legal para «cortar las alas a la evolución natural de las sociedades». En todo caso, el portavoz de la Generalitat y consejero de la Presidencia, Francesc Homs, evitó dar un portazo a la reforma que proponen los socialistas y prefirió destacar que por primera vez los líderes de los dos grandes partidos nacionales, PP y PSOE, habían tomado conciencia de que el asunto catalán es un problema de primer orden y no «un calentón de verano» como lo veían hasta ahora.

Homs se felicitó de que ya hay un «consenso sobre el diagnóstico» y que la voluntad de diálogo no es solo una actitud de cara a la galería sino que empieza a tener contenido.