Rajoy encara una semana decisiva para la estabilidad de su Gobierno

Gonzalo Bareño Canosa
Gonzalo Bareño MADRID / LA VOZ

ESPAÑA

Margallo asegura que comparecerá para tranquilizar a la opinión pública

21 jul 2013 . Actualizado a las 16:23 h.

«Vivo en el lío». Mariano Rajoy llevaba poco más de un mes como jefe del Ejecutivo cuando le susurró esta frase al presidente de la Generalitat, Artur Mas, en las escalinatas de la Moncloa. Poco imaginaba entonces Rajoy, que se refería así a la hiperactividad que tenía que desplegar para evitar el rescate de España, que el verdadero lío le aguardaba un año y medio después. Y que el culpable de ese embrollo no sería la crisis, sino el ex tesorero del PP Luis Bárcenas.

En medio de una enorme presión política dentro y fuera de España, el líder popular afronta una semana que puede resultar decisiva para su futuro como presidente del Gobierno. En la Moncloa parecen haber asumido ya que Rajoy ha perdido su apuesta por dejar que el verano relaje los ánimos en torno a la petición de explicaciones sobre los papeles de Bárcenas. Y que al líder del PP le será imposible marcharse de vacaciones sin comparecer públicamente para hablar sobre las últimas acusaciones del ex tesorero del PP en sede judicial y sobre los mensajes SMS que se cruzó con él hasta hace solo unos meses. En esa coyuntura, la estrategia en la Moncloa se centra ya solo en hallar una fórmula para que Rajoy se explique esta semana sin que dé la impresión de hacerlo arrastrado por la amenaza del PSOE de presentar una moción de censura ni por la presión del propio Bárcenas. El ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel García-Margallo, empezó a preparar ayer el escenario para esa posible comparecencia de Rajoy, dando apariencia de normalidad a lo que hasta hace poco se daba por imposible. Margallo aseguró no tener «la menor duda» de que Rajoy «comparecerá cuando lo considere oportuno y en la forma que tenga oportuna para dirigirse a la nación y tranquilizar a la opinión pública».

Explicación a los ciudadanos

En esa última apostilla parece estar la clave. El Gobierno considera más urgente dar una explicación a una opinión pública desconcertada que hacerlo en el Congreso. Así lo dejó claro también el viernes la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, tras el Consejo de Ministros. Y por eso estudia la posibilidad de que Rajoy afronte las explicaciones no en sede parlamentaria, sino en una rueda de prensa que evite la sensación de excepcionalidad.

El Ejecutivo sondea si una comparecencia como esa podría desactivar la moción de censura anunciada por el PSOE. Pero todo indica que no será posible. Y que si el miércoles Rajoy rechaza de nuevo comparecer en el Parlamento, afrontará el mayor «lío» de la legislatura.