Rajoy elude el choque con Aznar y dice que mantendrá su política económica

Enrique Clemente Navarro
ENRIQUE CLEMENTE MADRID / LA VOZ

ESPAÑA

Pinto & Chinto
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Tras la conmoción por las críticas, el PP cierra filas con el presidente

23 may 2013 . Actualizado a las 09:47 h.

Las demoledoras críticas de José María Aznar a Mariano Rajoy causaron indignación en el Gobierno y la dirección del PP, pero se quedó de puertas adentro. Tras la conmoción que provocaron sus duras andanadas, la reacción fue un cierre de filas en apoyo de la gestión de Rajoy, aunque muy pocos se atrevieron a reprobar abiertamente al expresidente. Su amago con volver a la primera línea de la política no fue respaldado por ningún dirigente ni tomado en serio, al menos públicamente.

En la rueda de prensa que ofreció en Bruselas, Rajoy eludió el choque con el político que lo designó como sucesor. Esquivó hasta seis preguntas de los periodistas, a los que dio largas cambiadas con el argumento de que tiene por norma «no comentar jamás las opiniones de expresidentes del Gobierno». Ante la insistencia aseguró: «No va a encontrarme en ninguna polémica con ninguna persona que haya sido presidente del Gobierno y menos con el presidente José María Aznar».

Pero sí quiso dejar claro que no va a cambiar su política económica, que afirmó va en el buen camino y ya está dando algunos resultados. Era una respuesta, a su manera, a Aznar, que le exigió bajar inmediatamente los impuestos y que cumpla el programa con el que ganó las elecciones. Aunque, haciendo gala de su habitual estilo, Rajoy señaló también que todo el mundo es libre de opinar sobre sus medidas.

Añoranzas melancólicas

Entre los que alzaron la voz destacó Cristóbal Montoro, al que Aznar criticó por subir los impuestos. El ministro de Hacienda le respondió que estaría encantado de bajarlos, pero no hay margen sin provocar más déficit. «Las añoranzas melancólicas me las dejo para otro día», dijo.

El presidente del Congreso, Jesús Posada, fue el más contundente en oponerse a su eventual regreso: «Las cosas se van para no volver». Por si quedaban dudas, el exministro de Aznar añadió: «El paso del tiempo es inexorable». Soraya Sáenz de Santamaría aseguró que respeta la opinión de Aznar y que el Gobierno agradece «especialmente todas las aportaciones» para crear empleo. «Eso es en lo que estamos y a eso nos dedicamos», señaló con retintín. El titular de Economía, Luis de Guindos, dijo que Rajoy es «un presidente con las características adecuadas para sacar a España de la crisis».

Alberto Núñez Feijoo destacó que el PP es «un partido de lealtades al presidente», que lo fue a Aznar y ahora tiene una «lealtad inquebrantable» a Rajoy, según informa Fátima Fernández. Para el presidente de la Xunta, lo que dijo no supone que quiera regresar a la política.

Iñaki Oyarzábal, el número dos del PP vasco, pidió lealtad a Rajoy y el nuevo portavoz en el Parlamento vasco, Borja Semper, ironizó: «Zapatero se consolida como el mejor expresidente del Gobierno».

Apoyo de Ignacio González

El dirigente más entusiasta en la defensa de Aznar fue el presidente de Madrid, Ignacio González: «Ha sido probablemente el mejor presidente del Gobierno que ha tenido España en estos años». Y aún fue más lejos: «Todas las expresiones, manifestaciones y opiniones de Aznar me parecen de enorme interés para todos».

Ana Mato dijo que no entendía sus palabras como una crítica a Rajoy. «Yo creo que representa el sentir de todo el Gobierno, el deseo de todos de acabar con la crisis lo antes posible», afirmó. Alberto Ruiz-Gallardón expresó su «absoluto respeto» a las opiniones del expresidente.

El portavoz de CiU en el Congreso, Josep Antoni Duran i Lleida, salió en defensa de Rajoy, que, dijo, «no se merece» lo que le ha hecho Aznar. La vicesecretaria general del PSOE, Elena Valenciano, afirmó sobre la posibilidad del regreso que es una mezcla de «túnel del tiempo y el túnel de los horrores».