La dirección nacional del PP guarda silencio. Pero la ratificación por parte del Tribunal Supremo de la decisión que adoptó el jurado popular de absolver a Francisco Camps pone la pelota en su tejado: ¿qué hacer ahora con el expresidente de la Generalitat, que puede exhibir su inocencia en el caso de los trajes? ¿Debe ser rehabilitado por los mismos que desde la sede del partido en la calle Génova le presionaron para que abandonara el cargo solo dos meses después de volver a ganar las elecciones por mayoría absoluta? ¿Cómo podría ser rehabilitado? Cuestiones para las que, de momento, no hay respuesta desde Madrid. En Valencia apuntan a la capital. El vicepresidente de la comunidad, Jesús Ciscar, afirmaba ayer que la decisión sobre su «posible reposición» la tiene que tomar la dirección nacional. «Habría que hablar con Génova», señaló.
Las frases de apoyo de Rajoy al ya entonces imputado Camps, en junio del 2009, aún resuenan. «Creo en ti y en lo que haces; te he visto actuar. La inmensa mayoría de los valencianos y los españoles creen en ti», afirmó en un mitin en Valencia. Y todavía fue más lejos: «Siempre estaré detrás de ti, o delante, o a un lado. Gracias, Paco». Rajoy le reiteró su apoyo en un mitin de campaña en mayo del 2011.
Camps medita su futuro
Una vez absuelto, ¿lo rehabilitará de alguna forma el hoy presidente del Gobierno? Pero la clave del asunto es que no se trata de «cuatro trajes», sino de los contratos que dio la Generalitat que presidía a la trama Gürtel, encabezada allí por El Bigotes (su «amiguito del alma»), y de que hay un caso abierto por presunta financiación irregular del PP valenciano, aunque Francisco Camps no está imputado.
De momento, el expresidente valenciano dice que ha abierto un «período de reflexión» para decidir lo que hará en el futuro. Pero si acuerda dar un paso adelante y recuperar el terreno perdido podría poner en serios aprietos a Rajoy. Es evidente que no puede reemplazar a su sucesor, Alberto Fabra, hasta que termine la legislatura. Pero sí podría aspirar a liderar el partido, una bicefalia que sería muy problemática para los populares valencianos, en especial para el actual presidente regional. Camps vuelve a ser una patata caliente para Rajoy.