El edil inglés del BNG en Laza, llegó hace casi dos décadas a Ourense y compagina su vida municipal con el cuidado de ovejas
02 abr 2013 . Actualizado a las 11:29 h.David Leadbeater es desde hace 19 años un vecino más de Laza. Antes incluso de saltar a la vida política. Nacido en la localidad inglesa de Margate, este trotamundos llegó un día a Laza y no quiso marcharse. Formó parte de las listas del BNG en Laza, «porque cría na xente de aquí», y la dimisión de uno de sus compañeros le hizo entrar de lleno en el debate político. De esto hará el próximo 13 de abril un año. En la actualidad es el único concejal extranjero de estas siglas en Galicia. Sus ideales, los de hace un año, parecen haberse difuminado. Por lo menos en parte. En la que tiene que ver con el entramado político. «A vida institucional non serve de nada. A política é como un pozo sen fondo», afirma. Entiende el nacionalismo como una forma de defender el entorno, lo cercano, lo propio. «Non creo na independencia, pero si na defensa do noso», destaca.
La mayor parte de su tiempo lo dedica a cuidar de su rebaño. Un total de 120 ovejas que mima por ser su medio de vida. «O maior tesouro deste lugar son as xentes. Nin eles saben a sorte que teñen de seren», dice. Y recuerda cómo, durante una enfermedad, los vecinos se turnaron para cuidar de su rebaño. Fue una de sus mejores experiencias: «Nunca me esquecerei». Defensor de la vida en el campo en Galicia, de la naturaleza, cree que las cosas están cambiando demasiado rápido. «O paisano autosuficiente está en perigo de extinción. Esta é a última xeración», explica con pena.
Cerca de la capital municipal, en el lugar de Cerdedelo, se construyen las obras del AVE. «A xente contempla como furan o monte, pero poucos miran para o val. Dentro de catro anos, cando rematen as obras, non quedará nada», explica.
David acude semanalmente a clases de baile regional y explica, orgulloso, que hace pocas semanas acabó de leer su primer libro en gallego, Herba moura, de Teresa Moure, novela ganadora del Premio Xerais 2005. Porque aunque habla gallego, todavía le cuesta un poco hacerse con el idioma. «Atopeino nunha caixa e púxenme a lelo», relata. También asegura que lo han tentado para vestirse de peliqueiro y participar de forma activa en el entroido de la localidad. Pero él cree que únicamente alguien que haya nacido en Laza puede darle vida a la máscara: «Síntome halagado, pero creo que non podo levar un traxe tan especial. O meu sería unha imitación».
Entra en el prado y vigila cómo va todo en el rebaño. Y regresa. Leadbeater soñó que desde la política sería posible llevar a cabo una revolución. Sus aspiraciones no van más allá de las fronteras de Laza y ahora que ha palpado de cerca la realidad municipal, cree que el cambio sigue estando en la gente.
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