Rajoy trata de sacar de la parálisis a un PP enmudecido por el extesorero

Enrique Clemente Navarro
enrique clemente MADRID / LA VOZ

ESPAÑA

31 mar 2013 . Actualizado a las 08:01 h.

Luis Bárcenas ha hecho enmudecer al PP. Callar mejor que meter la pata una y otra vez es la vía elegida, a imagen y semejanza del más puro marianismo. Sus principales dirigentes llevan más de un mes sin dar la cara en las habituales ruedas de prensa de los lunes en la sede nacional. La última vez fue el 25 de febrero, cuando María Dolores de Cospedal pasó uno de los peores tragos de su carrera política al tratar de explicar el supuesto finiquito de Bárcenas, que definió, balbuceando, como «indemnización en diferido en forma de simulación», una fórmula surrealista que le hizo objeto de burlas. Declaraciones como esta o las de Carlos Floriano han desaconsejado las apariciones públicas para hablar del extesorero. Rajoy lleva dos meses sin convocar el comité ejecutivo, pese a que según los estatutos este órgano debería reunirse al menos una vez al mes.

La falta de explicaciones convincentes no solo sobre el vínculo laboral que el PP mantuvo con Bárcenas, sino también de cómo este pudo amasar una fortuna de 38 millones o acerca de su presunta financiación irregular han puesto al partido a la defensiva y paralizado su acción política.

Su inicial reacción de ordenar dos auditorías y anunciar la publicación de las declaraciones de la renta y el patrimonio de la cúpula actual y anterior se ha demostrado una cortina de humo para contrarrestar el tsunami provocado por la publicación de los papeles de Bárcenas. Finalmente no se va a hacer la auditoría externa, a pesar del compromiso que había asumido el propio presidente, y dos meses después aún no se han hecho públicas las declaraciones de la renta prometidas por la dirección. El caso ya está en vía judicial, aunque la disputa entre los jueces Pablo Ruz y Javier Gómez Bermúdez haya servido al PP para desviar de momento la atención del meollo del asunto: su presunta financiación irregular y el pago de sobresueldos a sus dirigentes.

Parálisis interna

Ante esta situación de parálisis interna, a la que se suman importantes reveses en la gestión económica del Gobierno, como la corrección al alza del déficit por la UE, el empeoramiento de las previsiones de crecimiento de este año o el repunte de la prima de riesgo, Rajoy trata de retomar la iniciativa con la convocatoria para el próximo miércoles de la junta directiva, el máximo órgano entre congresos, que reúne a más de 600 cargos populares. Es la segunda vez que la convoca desde el cónclave de Sevilla de febrero del 2012 y la primera tras el estallido del caso Bárcenas hace dos meses y medio. El presidente aprovechará para explicar la hoja de ruta de la política económica con las nuevas propuestas de estímulo y creación de empleo que propugna. Pero, aunque no lo quiera, el invitado especial, aunque ausente, será el hombre que controló las finanzas del partido durante 20 años y al que ya ha denunciado en tres ocasiones, Luis Bárcenas.