La cúpula socialista teme que el PSC vote a su aire en el Congreso
28 dic 2012 . Actualizado a las 17:13 h.El dedo en la llaga. En pleno incendio por el anuncio del PSC de que no pondrá «palos en las ruedas» al proceso secesionista de CiU y ERC, José Bono volvió a asomar la cabeza para advertir de que «probablemente desdibujar el proyecto nacional del PSOE es la causa de nuestros males, y no son pequeños, cuando tenemos el nivel de diputados más bajo de nuestra reciente historia», dijo. En esa línea, Rubalcaba dijo en el congreso de Sevilla, en el que fue elegido secretario general frente a Chacón, que hacía falta hacer del suyo «un partido que tenga presencia en todas las comunidades y que diga lo mismo en todas partes».
Ahora esa tarea parece ímproba. En la dirección socialista se ha asumido ya, de hecho, que los diputados del PSC votarán de manera distinta a la del resto del grupo parlamentario en todas aquellas votaciones que lleguen al Congreso sobre el llamado «derecho a decidir».
El problema está servido. Y como el comentario de Bono hace prever el asunto va camino de estallar en el comité federal convocado para el próximo 15 de enero. «El Partido Socialista Obrero Español es un partido que tiene que tener disciplina, no es una partida; es socialista, es decir, no es nacionalista y no debe imitar a los nacionalistas; es obrero, en el sentido de que está con quienes más lo necesitan, y es español», dijo tras la presentación de un volumen con los discursos del general Prim en el Congreso.
En el entorno de Rubalcaba admiten que si la situación no se reconduce, habrá bronca en el máximo órgano del partido entre congresos, algo que quiere evitar. Lo que pretende es que el PSC se acoja a la vía de la reforma constitucional para avanzar hacia un mayor federalismo como fórmula para negociar las reivindicaciones de Cataluña; siempre teniendo claro que el partido no aceptará la partición de la soberanía nacional. «Si no lo hacemos así -dicen- vamos camino de la confrontación».