Califican las indemnizaciones de la aseguradora como «ofensivas»
27 dic 2012 . Actualizado a las 09:33 h.Indignación. Esta es la palabra que resume la reacción de los víctimas del accidente de Spanair ante la oferta de 12,7 millones de euros en indemnizaciones presentada por la aseguradora Mapfre en el Juzgado de Instrucción número 11 de Madrid. Además, pretende que, a cambio, los afectados renuncien «para siempre» a ejercer acciones civiles y penales contra cualquier entidad que pudiera ser responsable del siniestro.
Si se divide esa cantidad entre los 154 muertos y 18 heridos graves, les tocaría una media de unos 74.000 euros. La presidenta de la Asociación de Afectados del Vuelo JK5022, Pilar Vera, califica las cifras ofrecidas como «ofensivas», «indignas», «irrisorias», una «limosna» y algo «muy doloroso». Carlos Villacorta, abogado de un grupo de familias, asegura que los afectados están «indignados» con esta oferta «insultante» por parte de una compañía que este año obtendrá unos beneficios de mil millones de euros. Explica que Mapfre pretende aplicar el sistema de evaluación de perjuicios establecido para accidentes de tráfico en 1995, que ha quedado «obsoleto» y que el Gobierno va a revisar para mejorar las indemnizaciones. Un baremo que, en su opinión, no debe usarse para catástrofes como la que sucedió en Barajas en el 2008, la más grave en los 25 últimos años en España.
El abogado ha solicitado para sus clientes compensaciones mucho más elevadas, que van desde los 100.000 a los 300.000 euros solo por el «perjuicio moral básico». Cantidades a las que habría que sumar otras por diversas circunstancias agravantes del daño, como el sufrimiento de los familiares en el reconocimiento de los cadáveres, el luto, las secuelas del duelo, la pérdida de relaciones afectivas o el posible síndrome postraumático causado, que Mapfre no tiene prácticamente en cuenta.
Vera acusa a la aseguradora de tratar de aprovecharse de la «extrema debilidad de las familias» -por «el palo que nos llevamos por el archivo de la causa penal»-, la crisis económica y el establecimiento de las tasas judiciales. Rechaza que se pueda trasladar el baremo existente para accidentes de tráfico a catástrofes de esta envergadura y recuerda que nunca se ha hecho así. Considera que el mensaje que se lanza a la sociedad es que a los operadores aéreos les resulta «mucho más barato» pagar estas indemnizaciones que invertir en seguridad. Destaca que Mapfre cuantifica la vida de un niño en 27.000 euros y la de un adulto en entre 80.000 y 150.000, cuando la póliza que contrató con Spanair es de más de 1.500 millones.