«Para reformar el Senado se puede cambiar la Constitución»

Tino Novoa REDACCIÓN / LA VOZ

ESPAÑA

Culpa del fracaso de la Cámara a una falta de voluntad política general

05 feb 2012 . Actualizado a las 07:05 h.

La reforma del Senado es la asignatura pendiente de la democracia. Así lo reconoce el presidente de la Cámara, Pío García-Escudero (Madrid, 1952). Admite que es una institución que se debe y se puede mejorar. Una tarea en la que los grupos políticos llevan trabajando, sin éxito, un cuarto de siglo. Un fracaso que atribuye a la falta de «voluntad política de todos»: los grupos políticos, los Gobiernos autonómicos y el central. Con el ímpetu de quien estrena el cargo al que accedió hace poco más de un mes, García-Escudero llega a romper con la línea oficial de su partido, el PP, para asumir una reforma del Senado que implicar cambiar la Constitución.

-Permítame que empiece con una pregunta que se hacen muchísimos españoles que consideran el Senado una Cámara inútil. ¿No sería mejor cerrarlo?

-Muchos españoles se hacen esa pregunta probablemente por desconocimiento del funcionamiento del Senado y del sistema bicameral, que existe en bastante países del mundo y que se ha demostrado que funciona mejor que un sistema unicameral. El Senado cumple escrupulosamente las funciones que le encomienda la Constitución. Probablemente es poco conocido. Y probablemente también, como Cámara de representación territorial habría que sacarle más partido porque es cierto que se puede hacer más. Se le ha sacado poco partido por culpa de todos, de los grupos parlamentarios, de los Gobiernos autonómicos y del Gobierno central.

-¿Tiene algún plan para cambiar este estado de cosas?

-El proceso de la reforma del Senado no debería salir de mi como presidente de la Cámara, debería salir de los grupos parlamentarios, que busquen un acuerdo político. Yo tengo la experiencia de los años 97 y 98, el momento en que se trabajó con más intensidad y se estuvo más cerca de esta reforma. En cuanto a las funciones, para equiparar en valor al Senado respecto del Congreso, prácticamente hubo un acuerdo entre todos, que todas las leyes de contenido autonómico se vieran en primera lectura en el Senado. Y sin embargo no se llegó a un punto final satisfactorio por una serie de exigencias de partidos nacionalistas que probablemente hoy no lo hicieran así. Hay bastante camino adelantado y, si se pone buena voluntad y generosidad por parte de todos, se podría.

-Eso obligaría a una reforma constitucional, ¿no?

-Una reforma de las funciones del Senado exigiría una reforma de la Constitución.

-El PP siempre se ha opuesto...

-Si se habla de la reforma del Senado se puede abordar esa reforma de la Constitución. Eso es perfectamente asumible, abarcable y abordable. No veo mayor problema.

-Eso es un cambio en la posición tradicional del PP...

-Si nos circunscribimos a eso no hay problema, lo que no sería bueno es que se aprovechara para abrir el melón mucho más y se plantearan una serie de cuestiones de modificación de la Constitución, a la que nosotros no estaríamos dispuestos.

-¿Ve posible ir a una circunscripción autonómica en la elección de los senadores?

-Yo no le veo mayor problema, se lo veo en el cambio de representación que supondría. Le voy a a poner un ejemplo: si fuéramos a la puridad, sustituiríamos la provincia por la comunidad autónoma, es decir, todas las comunidades tendrían el mismo número de senadores. El problema se plantea cuando comunidades uniprovinciales tuvieran los mismos senadores de elección directa que comunidades que ahora mismo tienen un amplísimo territorio, como Andalucía o Castilla y León. Habría que buscar un sistema de compensación, para que todo el mundo quedara contento.

-Los nacionalistas quieren hacer valer los hechos diferenciales...

-Fue lo que imposibilitó la reforma, porque los nacionalistas de Cataluña lo que plantearon fue una especie de senadores de primera y de segunda. Ahora se podría abordar una reforma menos ambiciosa, partiendo del acuerdo sobre las funciones, intentando buscar un acuerdo entre todos, entre todas las comunidades, a la búsqueda del sistema de elección. Y habría que buscar un acuerdo con el Congreso, por lo que le afecta a sus competencias legislativas. Y hay que adaptar el Senado al modelo de Estado. De ahí viene la reforma que se hizo en el 95 creando la Comisión General de Comunidades Autónomas.

-Pero no funciona...

-Por voluntad política, no porque no pueda...

-¿De quién es la culpa?.

-De todos, de todos...

-¿Del PSOE, del PP...?

-De todos, de los grupos parlamentarios, incluso de los Gobiernos autonómicos, que son también protagonistas de esa Comisión General; y también del Gobierno de la nación, del que esté en su día. O sea, de todos.