Rechaza una única voz en toda España porque el PSOE es un partido federal
31 dic 2011 . Actualizado a las 06:00 h.La apuesta de Alfredo Pérez Rubalcaba por volver a hacer del PSOE un «partido nacional» capaz de decir lo mismo en todas partes se encontró ayer con un único, pero importante, reparo, el del PSC. El nuevo líder de los socialistas catalanes, Pere Navarro, defendió que el suyo es un partido federal y que lo lógico es que, en ocasiones, mantenga discursos distintos en función de su ámbito territorial.
El dirigente catalán, afín a la exministra de Defensa Carme Chacón, defendió que el «nuevo» PSOE ha de estar comprometido con la diversidad que existe en España. «En todo caso, es evidente que debemos ser coherentes con los discursos que hacemos en las distintas comunidades autónomas y también -dijo- con las naciones como Cataluña».
Fue un modo evidente de marcar distancias con el, por ahora, único aspirante a la secretaría general del PSOE de cara al congreso federal convocado para los días 3, 4 y 5 de febrero. En dos entrevistas en las emisoras Catalunya Radio y Rac1, Navarro recordó además que el PSC y el PSOE son dos partidos distintos y dejó claro que si Rubalcaba se alza con el liderazgo en Ferraz se sentará con él para decidir cómo deben ser sus relaciones.
«Cuando por cuestiones relacionadas con Cataluña no nos podamos poner de acuerdo con los compañeros del PSOE -advirtió-, los diputados del PSC votaremos diferente». Eso es lo que, de hecho, aprobaron los socialistas catalanes en el congreso de hace un par de semanas, en el que Navarro sustituyó a Josep Montilla y asumió el liderazgo interno.
Esta posición puede condicionar las posibilidades de Chacón en la carrera por la secretaría general del PSOE. Navarro trató de medir sus palabras y, aunque admitió que la exministra cuenta con las «simpatías» de su partido, aseguró que el PSC no tendrá oficialmente ningún candidato.
Mientras, Alfredo Pérez Rubalcaba dedicará los próximos días a reunir los avales necesarios. En tanto, Chacón ultima la presentación de su candidatura, lo que con toda probabilidad hará la próxima semana. Y el alcalde de Toledo, Emiliano García-Page, a quien un sector del PSOE ve como una opción alternativa, que no está marcada por el pasado, deja su futuro en el aire. Asegura que no se lo plantea «en términos de ambición personal», por lo que, argumenta, «yo digo que el paso lo doy si lo damos todos». Y no tiene prisa, porque, recuerda, en el 2000 Zapatero presentó su candidatura en el último momento.