El PP hizo ayer un llamamiento a la calma y a la prudencia a los Gobiernos central y vasco, así como al PSOE y al PNV, a los que avisó de que con sus urgencias por convertir en irreversible el fin del terrorismo anunciado por ETA se han echado en brazos de la estrategia patrocinada por Batasuna y la organización criminal. Un día más, Mariano Rajoy delegó en el presidente de los populares vascos, Antonio Basagoiti, que es quien desarrolla el discurso del partido ante el fin de ETA, mientras el líder opta por un segundo plano. Tras el encuentro mantenido con el lendakari, Patxi López, Basagoiti recordó que ETA ha dejado el terrorismo obligada por el Estado de derecho, y sin condiciones, por lo que la democracia no tiene urgencia alguna en realizar gestos que agraden a la banda o a sus grupos políticos afines porque «no le debemos nada, sino todo lo contrario», remarcó.
El líder de los populares vascos cree que el PNV se ha lanzado a reclamar mejoras inmediatas en la situación de los presos etarras para ganar puntos en un electorado independentista que disputa a Amaiur, y que Patxi López ha montado a toda prisa una ronda de contactos con los partidos vascos para acallar las críticas que le achacaban falta de liderazgo en el proceso para liquidar el terrorismo.
Medidas a favor de las víctimas
Reclamó por ello «mano izquierda» y «prudencia» para olvidarse, al menos hasta después de las elecciones generales, de hacer gestos «innecesarios y precipitados» que solo contribuyen a hacer la campaña electoral «a los malos». Basagoiti lanzó además una triple propuesta de cara al futuro. Por un lado, dar especial relevancia al próximo 10 de noviembre, cuando las instituciones y las víctimas celebran en el País Vasco el Día de la Memoria. Por otro, que el lendakari impulse una gran conferencia internacional sobre «la libertad, la ciudadanía y la democracia», con invitados de «primer nivel», y que destaque «la pluralidad y la convivencia por encima de territorios e ideas segregadoras y excluyentes». Por último, emplazó a López a tratar de atraer a la comunidad las inversiones que durante años alejó el terror.