La toma de posesión ha tenido lugar en el claustro del Palacio de San Esteban, sede de la presidencia de la Comunidad de Murcia.
27 jun 2011 . Actualizado a las 15:24 h.El presidente de Murcia, Ramón Luis Valcárcel, ha jurado hoy su cargo en un acto celebrado con la asistencia del ministro de Presidencia, Ramón Jaúregui, y ha subrayado el compromiso que tiene contraído con el millón y medio de habitantes de esta región.
La toma de posesión ha tenido lugar en el claustro del Palacio de San Esteban, sede de la presidencia de la Comunidad, y a ella han asistido los miembros del gobierno saliente y de su nuevo gabinete, junto al ex presidente preautonómico Antonio Pérez Crespo y los ex presidentes Carlos Collado y María Antonia Martínez.
En un breve discurso, el presidente murciano ha asegurado que el «compromiso» que siente con esta región se refuerza «año a año, legislatura a legislatura» y ha insistido en que «no son tiempos fáciles, pero son retos que motivan».
En su discurso aseguró que «no es una rutina» a pesar de ser su quinto mandato que afronta con «ilusión renovada», y confesó que no había invitado a nadie del PP nacional porque deseaba que fuese un acto austero y sencillo, «sin alharacas», de ahí que no fueran invitados tampoco personalidades de la Región que habían mostrado interés en asistir.
Preguntado por el Debate del Estado de la Nación que mañana se inicia, respondió que Mariano Rajoy se aferrará a la realidad en su discurso y José Luis Rodríguez Zapatero «hará el discurso de la oposición de la oposición, que es lo que hay cuando no hay nada que explicar de tu acción» de gobierno.
Jáuregui ha afirmado que ha venido como acto de apoyo institucional «a esta región tan importante de España», y coincidió con el discurso de Valcárcel, en que «comienza un tiempo complicado desde el punto de vista de la gestión gubernamental, porque hay que hacer frente a una crisis que no ha terminado».
De las relaciones con el Gobierno central, Valcárcel ha afirmado que «han mejorado» y que con el ministerio de Economía «no han ido tan bien» porque, según dijo, «no está el horno para bollos».