PSOE y PSC sacan los paracaídas

Manuel Campo Vidal

ESPAÑA

Los socialistas recurren a Felipe González, Rubalcaba y un discurso transparente de Montilla en Cataluña para salvar las elecciones

07 nov 2010 . Actualizado a las 02:00 h.

Las perspectivas electorales no van nada bien ni para el PSOE ni para el PSC, que tiene elecciones en cuatro semanas. Solo que hace un mes iban notablemente peor. Aunque el CIS le haya dado una ventaja de casi ocho puntos al PP en España, han comenzado a escribirse artículos que tienen por bandera el «ya veremos». La más atrevida es Belén Barreiros , de la Fundación Alternativas, que presenta tres dudas a la victoria cantada del Partido Popular: escasa aceptación de su líder, Mariano Rajoy , derechización del partido que aleja a los votantes de centro y la convicción del electorado de que solo en economía e inmigración los populares gestionan mejor. En consecuencia, si la economía mejora, a ver qué pasa.

Otros, también inasequibles al desaliento, plantean que Felipe González llegó a estar once puntos por debajo de Aznar y terminó ganando en 1993. Pero Felipe era Felipe y sumaba más que la marca PSOE, justo al revés que Zapatero ahora. Con todo, con las encuestas en contra, lo que parece claro es que el PSOE ha sacado el paracaídas y Montilla y el PSC también.

En la consulta del CIS en España todavía no se nota porque es anterior al zapatazo Rubalcaba . Según el CEO, el CIS catalán, Montilla deja de caer al tiempo que la expectativa de victoria de Convergència se queda -ahí es nada- en diez puntos de ventaja sobre el PSC. El primer paracaídas de Montilla es hablar claro: «No soy ni independentista, ni de derechas. Soy catalanista y progresista», dice al electorado desde vallas y autobuses. Y alguna adhesión cosecha. ¿Es otro Montilla este, lejos de la ambigüedad? Jaume Collboni , director de su campaña, estima que no: «Lo que pasa es que habló como president hasta el día en que se convocaron elecciones y ahora se siente más libre para decir lo que piensa. Es el Montilla candidato y no pactará con aquellos que propongan referendos de autodeterminación». O sea, nada con Esquerra Republicana, que dará un bajonazo electoral el 28-N.

Independencia

La cuarta parte de los catalanes admiten que quieren la independencia y ese porcentaje debe repartirse entre Esquerra, Laporta , Reagrupament y en parte a Convergència, que tiene dirigentes independentistas. Es más, la candidata popular Alicia Sánchez Camacho, que, Piqué aparte, es la mejor que nunca presentó el PP al Parlamento catalán, sostiene que el partido que fundó Jordi Pujol «tiene una agenda independentista oculta». Las declaraciones de algunos de sus dirigentes abonarían esa impresión.

El segundo paracaídas de Montilla es Felipe González. «Donde me llames, allí estaré», le dijo González a Montilla hace unos días en público. Y lo van a llamar mucho estas semanas para que el PSC, alejado de las «maragalladas», no se desplome. Ni siquiera el Papa perjudicará a Montilla, que ha filtrado que es católico aunque no practicante, a diferencia de su esposa que sí lo es. En el PSC se indigestaron esas declaraciones, pero cuando se cae a plomo, todo vale.

En España el paracaídas se llama Pérez Rubalcaba, aunque los populares lo convirtieran en su primera semana en pararrayos. A por Rubalcaba sale a diario Pedro J. Ramírez con todas sus divisiones -la de papel, la televisión y sus intervenciones en radio- sacando del armario incluso al policía Amedo , condenado por los GAL. «Amedo, la pesadilla de Rubalcaba», se anunciaba la entrevista televisiva a todo trapo. Deberían medirlo bien, porque Rubalcaba no estaba en Interior en aquellos años turbios, Amedo no tiene credibilidad alguna y acabarán canonizando al vicepresidente y cada vez más probable candidato a la presidencia.

De momento, lo que sí se constata es que el ascenso del ministro a vicepresidente ha dado moral a la tropa socialista. Salvo el grupo de resentidos con Zapatero - Caldera , López Aguilar , Torres Mora y Tomás Gómez -, la militancia, en todas las comunidades autónomas incluida Cataluña, resucita. Antes la referencia positiva era solo Blanco , ahora se valora también a Jáuregui y a Marcelino Iglesias. Vuelve el bolero y esas gestas, las remontadas, encandilan a los socialistas. Pero los populares aún se pierden en la lejanía.